Destacan en foro interconexión entre los sectores agrícola, energético y urbano

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La Universidad Autónoma de Baja California (UABC) fue sede del foro El Nexo Agua-Energía-Alimentos, un espacio de discusión en el que expertos, productores y representantes gubernamentales analizaron los desafíos y oportunidades para la sostenibilidad agrícola y la gestión del agua en el Valle de Mexicali. Carlos de la Parra, presidente del Consejo Directivo de Restauremos el Colorado y socio fundador del Centro Luken de Estrategias en Agua y Medio Ambiente, participó en el evento destacando la interconexión entre los sectores agrícola, energético y urbano. Subrayó que estos cambios no solo implican un mejor uso del agua, sino también transformaciones económicas, sociales y ambientales profundas. Asimismo, resaltó el papel fundamental de los pequeños productores que han implementado proyectos silvopastoriles impulsados por Restauremos el Colorado, a quienes describió como “el alma del Valle” por su contribución esencial a la sostenibilidad y el desarrollo de la región. Como parte del foro organizado por la UABC, Centro Luken, Restauremos el Colorado y la Alianza Revive el río Colorado, se presentó el documental Tierra en CO₂mún (Common Ground), una obra que muestra un movimiento transformador de productores que, desde diversas realidades y experiencias, han adoptado la agricultura regenerativa como una estrategia clave para restaurar el suelo, estabilizar el clima, mejorar la salud y fortalecer la economía antes de que sea demasiado tarde. Carlos de la Parra enfatizó que la gestión eficiente de los recursos requiere una visión integrada entre los sectores agrícola, energético y alimentario. Recordó que este enfoque se consolidó a nivel global tras la Conferencia del Nexo en Bonn en 2011, promovida por la ONU. Una visión integrada para el uso del agua Durante el evento, se destacó que la clave para un uso eficiente del agua radica en la tecnificación del riego y la diversificación de cultivos. Mario Meza Solórzano, productor agrícola con más de 40 años de experiencia, ha implementado en su rancho seis hectáreas de agricultura regenerativa, combinando sistemas de riego por aspersión, goteo y goteo subterráneo para optimizar el aprovechamiento del recurso hídrico. Su enfoque integra praderas de corte, un sistema silvopastoril con mezquites, pastos perennes y ganado ovino, una hectárea de cítricos en proceso de mejora, cultivos de granos para la alimentación del ganado y un área destinada al pastoreo de gallinas felices (libre pastoreo). Ante la inquietud sobre la disponibilidad de agua, su respuesta es clara: la diversificación de cultivos y el manejo eficiente del riego garantizan la sostenibilidad del sistema. Raúl Reyes Íñiguez, productor agropecuario del Ejido Cucapá e indígena del Valle de Mexicali, hizo un llamado a la comunidad agrícola para adoptar prácticas más sostenibles. “Hemos sido parte del problema, y ahora estamos trabajando en su restauración”, afirmó. Para él, el futuro de la agricultura en el Valle de Mexicali depende de un cambio urgente en la gestión del agua. “El ahorro de agua no solo reduce costos, también puede aumentar la producción. A simple vista, esto puede parecer ilógico para quienes manejan grandes extensiones de tierra, pero cuando analizamos los datos y las cifras, queda claro que no estamos inventando nada. Son soluciones reales, basadas en evidencia, y necesitamos que más personas las entiendan y las pongan en práctica”, señaló. Con más de 44 años de experiencia en la agricultura, Reyes Íñiguez subrayó que el reto no es sólo técnico, sino también de mentalidad: cambiar la forma en que los productores conciben el uso del agua para garantizar el futuro del campo.

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Por su parte, Silvia Mónica Avilés Marín, investigadora del Instituto de Ciencias Agrícolas de la UABC, explicó que la composición del suelo en la región varía significativamente, lo que exige enfoques diferenciados para la aplicación de riego y fertilización. Destacó que, con estrategias adecuadas de manejo del agua y la materia orgánica, es posible reducir la evaporación, minimizar las pérdidas hídricas y optimizar la productividad agrícola. Gustavo Contreras Gómez, residente de operación del Fideicomiso de Riesgo Compartido (FIRCO), advirtió que las prácticas agrícolas tradicionales han degradado el suelo y endeudado a los productores. Sin cambios estructurales, la productividad en el Valle de Mexicali seguirá en declive. “Nos enseñaron que entre más labrado el suelo, mejor, pero no vimos el daño colateral. Hoy enfrentamos suelos deteriorados y con alta salinidad, y muchos productores han caído en cartera vencida. Si seguimos igual, la crisis solo se agravará”, señaló. Para él, la solución es clara: cambiar la mentalidad de los productores, tecnificar el riego y adoptar prácticas regenerativas. “Si seguimos haciendo lo mismo, obtendremos los mismos resultados… o peores. La buena noticia es que sí hay una solución, y estamos aquí para hablar de ella”. En ese mismo sentido, Carolina Sánchez Gastélum, gerente de agroecología en Restauremos El Colorado, mencionó que el mayor desafío es la resistencia al cambio entre los productores. Tras décadas siguiendo las mismas prácticas, comenta, la desconfianza ante la agricultura regenerativa es natural. La primera reacción suele ser: “¿Quién eres tú para decirme cómo cultivar?” Uno de los grandes retos ha sido el suelo. En la zona suroeste del Distrito de Riego, trabajamos con tierras erosionadas o desgastadas tras años de uso continuo. Mientras que los árboles han logrado adaptarse, establecer cultivos de cobertura sigue siendo el mayor desafío. Compromiso de las instituciones y autoridades La regeneración del suelo y el uso eficiente del agua no son solo metas, sino realidades en construcción. Antonio Ángel Benavent, director ejecutivo de Restauremos el Colorado, destacó el impacto de los proyectos en marcha, que están devolviendo vida a la tierra, capturando carbono y optimizando el agua. “No se trata sólo de asegurar la supervivencia de la agricultura local, sino de sentar las bases para su desarrollo a largo plazo”, afirmó. El desafío, sin embargo, requiere más que solo voluntad. Enrique Martínez Flores, gerente del Distrito de Riego Río Colorado, SDRL, subrayó la necesidad urgente de fortalecer la capacitación y mejorar la infraestructura hídrica. Julio Navarro, jefe del Distrito de Riego 014 de CONAGUA, coincidió en que la formación técnica es clave para una gestión eficiente del agua, mientras que Mario Correa, director de Infraestructura Hidroagrícola de la SADERBC, llamó a incrementar la inversión en tecnología para el sector. Navarro, también comentó sobre la importancia de darle una mayor difusión a estos foros, asegurando que más productores tengan acceso a la información. El papel de la academia también es crucial. Jesús Adolfo Soto Curiel, vicerrector de la UABC, reafirmó el compromiso de la universidad en abrir espacios de diálogo que impulsen soluciones colaborativas y sostenibles. Un futuro sostenible que empieza hoy El evento dejó claro que la crisis hídrica y la degradación del suelo en el Valle de Mexicali no son problemas del futuro, sino desafíos que requieren acción inmediata. La adopción de prácticas regenerativas, la tecnificación del riego y la capacitación continua no son solo soluciones, sino el camino para transformar la agricultura en un modelo sostenible y resiliente. Mario Meza lo resumió con un mensaje contundente: el cambio es posible, pero requiere la participación de todos. Agricultores dispuestos a innovar, ciudadanos que valoren un sistema alimentario más sostenible y autoridades comprometidas con impulsar estas iniciativas. "Sí se puede, pero necesitamos voluntad, compromiso y conciencia" El futuro del Valle de Mexicali dependerá de quienes tomen acción ahora.