Sin entrar en detalles el gobierno federal salió, contra todos los pronósticos, con que la inversión extranjera directa (IED) creció en México durante el primer trimestre del año, sin embargo, se jugó con los conceptos y no se dijo que la IED nueva decreció en 3.1 por ciento, comparado contra el mismo lapso del 2019, dado que el consenso de los economistas acordó que ese debe ser el referente comparativo, dadas las fuertes caída que se presentaron por la pandemia en el 2020. Así, del total de la IED (11 mil 864 millones de dólares), la mayor parte correspondió a reinversión de utilidades, al comprender el 59.22% del total, seguida por las cuentas entre compañías (22.16%) y las nuevas inversiones apenas representaron el 18.62 por ciento, siendo este el lado oculto del cual no conviene hablar. Asimismo, cabe señalar que en la reinversión de utilidades se invierten los beneficios obtenidos por una empresa en su mismo proceso productivo en vez de repartirse entre los accionistas; de esta manera se incrementan los recursos propios solamente, es decir en el negocio que ya existe. De enero a marzo se captaron 11,864 millones de dólares (mdd), resultado neto de la diferencia de 15,896.8 mdd registrados como flujos de entrada y desinversiones por 4,032.8 mdd.