Entre los efectos de la pandemia, la persecución de Jaime Bonilla y el estancamiento económico, el cierre de empresas del sector formal continúa en Baja California, de acuerdo con las cifras del IMSS que indican que en abril se dieron de baja 571 empresas. Con este dato, el total de empresas que han causado baja en el periodo de Jaime Bonilla asciende a 12 mil 34, lo que indica que con este gobierno cierra en promedio una empresa cada hora, algo realmente preocupante y que además puede implicar dos situaciones: brinco de la empresa a la informalidad o desempleo de personas por el cierre de la misma. Cabe recordar que con la más reciente actualización del INEGI sobre mortandad de empresas actualizada a septiembre del 2020, en el Estado, 27 mil 154 cerraron definitivamente. El total de los cierres representó el 21.6% de los registros del Censo Económico del 2019 y durante el periodo reportado el 25.1% de los cierres fueron en empresas informales lo que se tradujo 13 mil 301, mientras que entre las formales la cifra se colocó en 13 mil 854, lo que representó el 18.7 por ciento del total censado en 2019. El ambiente de negocios, ya sea formal o informal, para empresas grandes o micro, es el peor de la historia en el Estado, lo cual se confirma también con la salida de inversión extranjera directa por más de 600 millones de dólares durante 2020. Por ello, no le extrañe ver que los miembros de los hogares (padres e hijos) hayan abierto un nuevo espacio de comercio para subsistir, vía Facebook, comerciando artículos usados propios o revendiendo otros en operaciones que se cierran en diferentes plazas comerciales. No importa cómo, los hogares buscan llevar alimentos a las mesas de sus hogares, mientras los políticos en los tres niveles del gobierno se enfocan en cómo enriquecerse más a costa de la pequeña porción de quienes pagan impuestos.