En Baja California crece la desigualdad: hogares más ricos ganan 27 veces más que los pobres

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En la más reciente Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2022 del INEGI aunque a primera vista pareciera que a Baja California le fue muy bien, la realidad es como de costumbre, la letra chiquita dice otra situación, y también como de costumbre, los políticos estatales se esmeran en manipular los datos. Así, de entrada tenemos que las familias bajacalifornianas con mayores ingresos (decil X) ganan hasta 27 veces más que las del decil de menos ingresos (I), reflejando una fuerte desigualdad de ingresos en la entidad. La cifra anterior resulta después de quitar las transferencias promedio que reciben los hogares, que en el caso de los menos favorecidos tiene un peso brutal con el 52.3 por ciento. Las transferencias son las entradas en efectivo o en especie recibidas por los integrantes del hogar tales como jubilaciones y pensiones, becas, donativos, remesas, beneficios gubernamentales, así como transferencias de instituciones u otros hogares. Cuando se agregan al promedio total entonces la diferencia entre los deciles I y X se reduce a 11.2 veces la diferencia del ingreso, lo cual no es más que una ilusión estadística, lo mismo que el decir que Baja California tiene el segundo mayor ingreso promedio del país, ya que como indiqué antes, hay un peso muy importante de las transferencias, además de que coincido con México Cómo Vamos (MCV), que en su análisis encontró unos indicadores pírricos en lo referente a las remesas provenientes de Estados Unidos, las cuales en Baja California han estado registrando récords cada año con más de mil 300 millones de dólares solamente en el 2022. MCV en un intento por explicar los bajos números reportados al respecto en la ENIGH refiere que “una posible explicación podría estar asociada al subreporte de este tipo de ingresos de las personas entrevistadas, aunque también sería importante hacer un análisis más a profundidad sobre el destino del flujo de remesas en la distribución de ingresos”. En el caso de Baja California, también puede ser posible que tras la cifra total promedio se encuentren escondidos esos ingresos que se habrían atribuido a otras fuentes, incluso de quienes labora legalmente en Estados Unidos y radican en la entidad, cuyo ingreso promedio está en alrededor de 3 mil dólares mensuales, que en pesos para el 2022 anduvo en alrededor de 60 mil pesos mensuales, lo cual por cierto ha llevado a que muchos de ellos vivan en colonias de clase media alta en Baja California. En un análisis del Centro de Estudios Económicos de Baja California a la ENIGH detalla que el decil I —conformado por los hogares más vulnerables— registró en promedio un ingreso trimestral de 21,995 pesos, mientras que el decil X —conformado por las familias más ricas— tienen un ingreso de 245,449 pesos, y descontando las transferencias las cifras cambian a 8,607 y 232,373 pesos, respectivamente. La desigualdad en el Estado continúa acentuándose, pues mientras las transferencias promedio representaban en 2016 el 52.3 por ciento del ingreso, en 2022 se elevaron a 60.9 por ciento, a diferencia del decil más alto donde perdieron peso de 6.5 a 5.3 por ciento. En este sentido, también es importante señalar que la política social del gobierno federal en eras de mejorar a los más pobres, los ha hecho más dependientes con costos elevados para el gasto público, lo cual es preocupante y puede tener altos costos para el próximo gobierno que inicia en 2024. Mientras tanto, sin transferencias, el decil con los hogares de ingresos más altos concentraron el 29.3% del ingreso total, en tanto que los de menor ingreso apenas recibieron el 1.1% del ingreso total. Finalmente, cabe comentar que la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos del Hogar es publicada por el INEGI cada dos años y proporciona un panorama de los ingresos y gastos de los hogares de México, con información sobre la procedencia de sus ingresos, la distribución de sus gastos y las diferencias en los gastos dependiendo de la entidad donde los hogares están establecidos, su estrato socioeconómico, el sexo del jefe de familia y otras características sociodemográficas. En el caso del reporte de este año, para compararlo se actualizaron las cifras desde el 2016, por lo que los registros publicados en el 2020 ya no son comparables.