El proyecto de traer gas desde la región de Caborca para suministrar a la planta de Ciclo Combinado de San Luis Sonora, así como otra en Mexicali, se encuentra en riesgo ante las dificultades que enfrenta la instalación de una Terminal de Gas Natural Licuado en Puerto Libertad, Sonora. La Terminal de Puerto Libertad recibiría gas natural desde Texas, por medio del gasoducto Samalayuca – Sásabe, de 800 kilómetros de longitud y que atravesaría Chihuahua y Sonora. Este gasoducto entroncaría con otro a San Luis, de 416 kilómetros, para proveer a la planta de San Luis y de ahí hasta Mexicali, para una similar. Ambos gasoductos están a cargo de Grupo Carso, de Carlos Slim. El proyecto de la Terminal de Puerto Libertad está detenido, tal como lo describe el periodista Manuel Puig en Milenio. Una primera dificultad es que “Quantum Capital Group”, la principal fuente de financiamiento, tiene suspendido el proyecto, no ha tomado una decisión final de inversión (https://energy-analytics-institute.org/.../quantum.../). Otro problema es la situación geopolítica, relacionada a la actitud del gobierno de Trump hacia México. No es claro que, en este contexto, el gobierno de Estados Unidos vaya a aprobar la inversión. Hasta la fecha, se han aprobado tres proyectos similares a los de Puerto Libertad: Altamira, Tamaulipas; Costa Azul en Ensenada, Baja California y Topolobampo, Sinaloa. Todos los permisos fueron otorgados antes del actual gobierno. Un Senador de Alaska ya pidió que no se aprueben más permisos de este tipo (https://www.elvigia.net/.../proponen-en-eu-prohibir...) Finalmente, el proyecto enfrenta protestas de grupos ambientalistas. El tráfico de grandes buques por el Golfo de California, sostienen, podría dañar la fauna marina, en especial las ballenas. A la fecha hay 5 juicios de amparo, por lo que no puede iniciar la construcción de la Terminal. Si se suspende la construcción de la Terminal en Puerto Libertad, lo más probable es que ocurra lo mismo con el gasoducto a San Luis.