Tijuana, Baja California, junio 12.- En 2019, de los 28.5 millones de niñas, niños y adolescentes que residían en México, 2.2 millones trabajaron (7.5 %). Ciertas condiciones y actividades implican un riesgo para esta población, por lo que se las ha clasificado como «ocupaciones no permitidas». Lo anterior refiere a los trabajos que realizan quienes se encuentran por debajo de la edad mínima para trabajar (menos de 15 años), o bien, a los trabajos que se consideran peligrosos. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estableció el 12 de junio como el Día Mundial contra el Trabajo Infantil con el objetivo de concientizar sobre la magnitud del fenómeno y sus consecuencias, y sumar esfuerzos para erradicarlo. A propósito de este día, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) presentó datos estadísticos en torno a este trabajo no permitido. De las niñas, niños y adolescentes ocupados, 93.8 % (2.0 millones) laboró en ocupaciones no permitidas: 71.2 % fueron hombres y 28.8 %, mujeres. De la población que laboró en alguna actividad no permitida, 55.9 % lo hizo en ocupaciones peligrosas y 44.1 % tenía menos de 15 años. Tres de cada diez niños, niñas y adolescentes (29.2 %) trabajaron en el sector agropecuario, 25.0% en servicios y 22.8 %, en comercio; siendo estos sectores los que concentraron mayoritariamente a la población ocupada en actividades no permitidas. Gracias a la ENTI se puede saber si las y los niños aportaron ingreso a su hogar. Los resultados muestran que 43.5 % de los menores que realizaron actividades no permitidas sí lo hizo, 29.2 % no, porque no recibió ingresos y 27.3 % no aportó. Los principales motivos por los que la población de 5 a 17 años laboró en una ocupación no permitida fueron: por gusto o solo por ayudar (27.2 %) y para pagar su escuela y/ o sus propios gastos (19.1 %). Tres de cada diez (29.1 %) refirieron que el motivo por el que trabajan se relacionaba con el hogar: 15.8 % porque el hogar necesita de su trabajo y 13.3 % porque el hogar necesita de su aportación económica. El 56.2 % de la población trabajó para un familiar; 38.0 % para un no familiar, y 5.3 % laboró por su cuenta. Al categorizar por sexo, sobresalió que 10.5 % de las niñas en ocupación no permitida declaró trabajar sola o por su cuenta, en tanto la proporción de hombre en esta categoría es de 3.2 por ciento. Entre las principales consecuencias para el hogar si la niña, niño o adolescente dejara de trabajar, se destacó que, en 25.1 % de los casos, no pasaría nada o el hogar no se vería afectado; en 23.1 %, el ingreso del hogar se vería afectado, y en 22.3 %, el hogar tendría que destinar parte de su ingreso para el gasto del niño o la niña.