Foro Mundial sobre la Alimentación y la Agricultura marca un hito para promover la bioeconomía sostenible

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Berlín, Alemania, enero 27.- La bioeconomía como fuerza motriz de la transformación agroalimentaria promete un futuro en el que la agricultura alimente al mundo, al tiempo que cuida del planeta y de las personas. En el comunicado final del Foro Mundial sobre la Alimentación y la Agricultura de 2025 en Berlín, los ministros de Agricultura hicieron hincapié en dar prioridad a la seguridad alimentaria, la nutrición y la transformación de los sistemas agroalimentarios dentro de las iniciativas de bioeconomía sostenible. En el foro, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) destacó su trabajo pionero en bioeconomía durante la última década, que va desde el apoyo a las estrategias nacionales al el desarrollo de indicadores y el fortalecimiento de la cooperación y coordinación internacional. Los ministros respaldaron unánimemente la iniciativa del Ministerio Federal de Alimentación y Agricultura de apoyar a la FAO en el desarrollo de una asociación mundial de múltiples partes interesadas en bioeconomía para sistemas agroalimentarios sostenibles. Celebrada anualmente por el Ministerio Federal de Alimentación y Agricultura de Alemania, el Foro Mundial sobre la Alimentación y la Agricultura es una conferencia internacional que aborda cuestiones clave para el futuro de la agricultura sostenible y las políticas alimentarias. La 17.ª edición del Foro Mundial sobre la Alimentación y la Agricultura se celebró del 15 al 18 de enero de 2025 con la participación de más de 80 países y organizaciones internacionales y se centró en el tema general “Cultivar una bioeconomía sostenible”. La bioeconomía abarca la producción, utilización, conservación y regeneración sostenibles de los recursos biológicos. Este concepto integra conocimientos relacionados, ciencia, tecnología e innovación para proporcionar soluciones sostenibles para una economía más eficiente, justa y respetuosa con el medio ambiente. La FAO ha incorporado la bioeconomía como una esfera de trabajo específica dentro de su Marco estratégico para 2022-31. A través de esta iniciativa, la FAO ofrece orientación y apoyo técnico para ayudar a los responsables de las políticas a desarrollar una bioeconomía sostenible que se alinee con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. En el Foro Mundial sobre la Alimentación y la Agricultura, la delegación de la FAO, encabezada por Kaveh Zahedi, Director de la Oficina de Cambio Climático, Biodiversidad y Medio Ambiente de la FAO, subrayó el papel central que desempeñan la agricultura y los sistemas agroalimentarios en la bioeconomía, destacando el llamamiento de los órganos rectores de la FAO para establecer una asociación mundial que sirva de catalizador para el desarrollo de políticas, estrategias y planes, creando capacidades, sistemas de conocimientos e incentivos. En la declaración de clausura de la Conferencia de Ministros de Agricultura de Berlín, Zahedi subrayó que una bioeconomía sostenible ofrece una de las vías más prometedoras para hacer frente a las crisis en cadena de los conflictos, la desaceleración económica y el cambio climático, que están estancando la erradicación de la pobreza y el progreso en la seguridad alimentaria, y reafirmó el compromiso de la FAO de apoyar una asociación mundial para promover el intercambio de experiencias, parámetros, innovaciones, tecnologías y acciones que puedan transformar los sistemas agroalimentarios para que sean más eficientes, inclusivos, resilientes y sostenibles. La sesión paralela moderada por la FAO en la 17.ª Conferencia de Ministros de Agricultura de Berlín subrayó la importancia de abordar las desigualdades tanto dentro de los países como entre ellos en el avance hacia las bioeconomías. En cuanto a los aspectos sociales de la bioeconomía, los ministros participantes se comprometieron a apoyar una transición justa y fortalecer la aplicación del derecho a una alimentación adecuada, empoderar a las mujeres, los jóvenes y los grupos vulnerables, apoyar el desarrollo rural, mejorar el acceso a la tierra y garantizar una distribución justa de los beneficios. Entre los principales retos figuran los elevados costos de producción de los bioproductos, el aumento de los aranceles sobre los bioproductos elaborados y la falta de infraestructuras en las zonas rurales de los países de ingresos medios y bajos. Para abordar estas cuestiones, los ministros propusieron abogar por cambios en las políticas, apoyar la investigación sobre el comportamiento de los consumidores y acelerar el desarrollo de las zonas rurales en todo el mundo. Las soluciones propuestas subrayan la necesidad de incrementar la cooperación multilateral en los sectores del comercio y el desarrollo sostenible. Innovaciones bioeconómicas para resolver crisis mundiales En el acto ministerial de alto nivel sobre pérdida y desperdicio de alimentos, organizado por la FAO se debatió sobre instrumentos, soluciones y enfoques con representantes de países, instituciones financieras internacionales y asociados para el desarrollo, con el fin de impulsar la transformación de los sistemas agroalimentarios, poniendo de relieve el potencial de las innovaciones en bioeconomía para reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos. Entre los ponentes se encontraban Leonard Mizzi, responsable de la Dirección General de Sistemas Agroalimentarios y Pesca Sostenibles de la Comisión Europea, Gunther Beger, Director Gerente de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial, Anila Denaj, Ministra de Agricultura y Desarrollo Rural de Albania, Julie Collins, Ministra de Agricultura, Pesca y Silvicultura de Australia, Shobha Shetty, Directora Mundial del Banco Mundial, y Josefa Leonel Correia Sacko, Comisaria de Agricultura, Desarrollo Rural, Economía Azul y Medio Ambiente Sostenible de la Unión Africana, que compartieron su visión de la promoción del desarrollo sostenible de la bioeconomía mediante la reducción de las pérdidas y los desperdicios alimentarios. Vitaliy Koval, Ministro de Política Agraria y Alimentación de Ucrania, habló de la necesidad de instalaciones descentralizadas de almacenamiento de alimentos para garantizar la seguridad alimentaria en el país afectado por el conflicto. De cara al futuro, los panelistas señalaron varios aspectos cruciales en los que hay que centrarse: infraestructuras insuficientes, inversiones inadecuadas y falta de datos fiables. Hicieron hincapié en la necesidad de reforzar y ampliar la cooperación internacional, las asociaciones y la coordinación. Fomentar una asociación mundial para la bioeconomía Un grupo de expertos de la FAO se reunió el 17 de enero, en un acto organizado conjuntamente con Agri-Food Canadá y el Consejo Consultivo Internacional sobre Bioeconomía y Agricultura Mundiales, para debatir la promoción de la bioeconomía mundial a través de la cooperación internacional. Los expertos identificaron varios retos que dificultan el progreso de la bioeconomía, entre ellos el acceso desigual a los recursos, la ciencia, las tecnologías y la innovación; las diferentes capacidades institucionales; la falta de datos y de marcos mundiales de seguimiento; y la diversidad de estrategias de bioeconomía. Estos obstáculos suponen trabas importantes a la hora de promover inversiones y medidas sostenibles sobre el terreno. También subrayaron la importancia de aprender de las experiencias nacionales exitosas, promover la transferencia de conocimientos y tecnología, garantizar la coherencia de las políticas y mejorar el acceso a la financiación. Zahedi destacó el potencial transformador de la bioeconomía para impulsar el programa de desarrollo sostenible, especialmente en el hemisferio sur. Sus reflexiones hicieron hincapié en la importancia de aprovechar las estrategias de la bioeconomía para abordar los acuciantes retos mundiales. Carina Pimenta, Secretaria Nacional de Bioeconomía del Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático del Brasil, compartió las experiencias de los países participantes en la Iniciativa del G-20 sobre Bioeconomía lanzada el año pasado. La sesión concluyó con un debate más amplio en el que participó el público y en el que se exploraron formas de identificar oportunidades y superar obstáculos a la cooperación mundial en materia de bioeconomía.