Diversos sistemas meteorológicos se presentaron durante la segunda quincena de marzo 2024. Desde el ingreso de tres frentes fríos (41-43), hasta eventos de “Norte”; así como canales de baja presión asociados con vaguadas, aunados a la inestabilidad en niveles altos de la atmósfera, en interacción con las corrientes en chorro polar y subtropical, permitieron que Baja California superara los problemas de sequía que había estado enfrentando. En su reporte al 31 de marzo el Monitor de Sequía señala que lo anterior generó tormentas invernales que derivaron en anomalías positivas de precipitación en zonas puntuales de Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Puebla, Veracruz, Oaxaca, Chiapas y Yucatán, favoreciendo la disminución de áreas con sequía de severa a extrema (D2 a D3) especialmente en regiones puntuales de Sonora y Tamaulipas y de condiciones anormalmente secas (D0) en Nuevo León. Sin embargo, las lluvias registradas no fueron suficientes en todo el país para mitigar los efectos de las actuales condiciones de sequía, fomentando el incremento de áreas con sequía de extrema a excepcional (D3 a D4) en partes de Guanajuato, Querétaro, Hidalgo y Veracruz, así como de condiciones anormalmente secas (D0) en Nayarit, Jalisco, Michoacán, Guerrero, Tlaxcala, Puebla, Chiapas y Península de Yucatán. El porcentaje de cobertura con sequía de moderada a excepcional (D1 a D4), para la segunda quincena de marzo, fue de 57.5%, ligeramente menor (0.67%) a lo cuantificado en la primera quincena de marzo 2024. Por otra parte, para el caso de Baja California el Centro de Estudios Económicos advirtió que para este año se esperan temperaturas más cálidas por lo que con la llegada del verano se pueden presentar nuevos periodos de sequía. Por otra parte, el hecho de que en el centro del país, donde se concentra la mayor parte de la población, haya serios problemas con el suministro del agua, tarde o temprado presentará efectos colaterales en el resto de México.