Hoy Morena aprobó que los "beneficiarios" del IMSS-Bienestar se atiendan en el IMSS o el ISSSTE. ¿El problema?, NO hay un peso de inversión Los trabajadores que aportan sus cuotas pagarán el costo, con saturación, retrasos en cirugías, desabasto y menor calidad de servicio. La nueva reforma en materia de salud de Claudia Sheinbaum aprobada por Morena en la Cámara de Diputados busca crear un mecanismo de intercambio de servicios entre instituciones públicas de salud. El objetivo, supuestamente, es que toda la población (afiliada o no a la seguridad social) pueda acceder a los servicios de cualquier institución pública. Sin embargo: No garantiza que todas las personas reciban los mismos servicios. No resuelve la disparidad en el gasto asignado a los pacientes entre las distintas instituciones (IMSS, ISSSTE, PEMEX, CFE, Fuerzas Armadas). No incrementa la inversión en el sistema de salud, a pesar de que se incrementará el número de beneficiarios. No incrementa el número de médicos disponibles en imstituciones como el IMSS o el ISSSTE, ni resuelve el desabasto de medicamentos. La implementación de este esquema provocará saturación y disminución de la calidad en instituciones como el IMSS y el ISSSTE, dado que el IMSS-Bienestar presenta actualmente niveles críticos de calidad y la población no acude a sus clínicas. Este es un remedio improvisado e irresponsable ante el fracaso del IMSS-Bienestar. Ahora quieren que los trabajadores que pagan sus cuotas absorban el costo de atender a la población que quedó en el desamparo con la desaparición del Seguro Popular. Hoy los profesionales de la salud enfrentan cargas de trabajo inhumanas para poder atender a la población en el IMSS, lo que se traduce en unidades médicas saturadas y en cirugías pospuestas. Con la reforma de la presidenta, NO hay universalización del derecho a la salud, ni unificación de las instituciones públicas, ni mejorarán los estándares de calidad, solamente hay irresponsabilidad en la administración de las instituciones de salud.