Por Oscar Tafoya La obra pública en Baja California cerró 2020 en su peor nivel de la historia, asimismo la total en la entidad, confirmaron las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), que nuevamente exhibió la realidad que padece el sector y el menosprecio del gobierno por destinar más gasto en infraestructura. Los datos indican que la producción de la industria de la construcción en obra pública se contrajo 4.3% anual en 2020 respecto al año 2019. Lo más alarmante es que su valor total apenas fue de 3 mil 535 millones de pesos, el monto más bajo que tiene registrado el instituto para el Estado. Lo documentado por el INEGI, que es el único organismo oficial para dar a conocer el comportamiento del sector de la construcción, encienden las alarmas en Baja California al reportar un año más de desinterés por impulsar proyectos de infraestructura que detonen la economía por su efecto multiplicador. Mientras agoniza la construcción en el Estado, la encargada del área en el gobierno estatal, Karen Postlethwaite, está lejos de preocuparse por el rezago en infraestructura y muy ocupada repartiendo computadoras y posando para las fotos para atraer la atención en miras de conseguir su candidatura a la alcaldía de Mexicali. Regresando a las cifras, no solamente la obra pública se encuentra en picada, también la privada que se hundió 22.2% anual y el valor de la producción total en Baja California que se desplomó 17.6% anual en 2020. Los datos para el cierre del año son para alarmar ante el recorte presupuestal de la federación para 2021, el aumento de impuestos estatales y una economía que cayó 7.2% de enero a septiembre de 2020.