La carne de res continuó castigando el bolsillo de los consumidores mexicalenses durante octubre y de acuerdo con el INEGI tocó un máximo histórico anualizado con el 24.74 por ciento, reflejando la crisis que atraviesa el sector agrícola nacional e internacional derivado del cambio climático, la gripe aviar, la salmonella y el gusano barrenador que continúa creciendo su presencia en México. La cifra de la carne de res superó con mucho a la inflación general de la capital del Estado que se ubicó en 3.24 por ciento presentando su tercer avance anual consecutivo, presionada precisamente por los alimentos que en nivel general avanzaron 4.77 por ciento. Asimismo, la orgía de alzas se sumó la leche fresca que se elevó 9.16 por ciento, seguida del pollo que se disparó 5.67 por ciento y el huevo que aumentó 5.57 por ciento, todos influidos por las mismas razones de la carne de res. Y por si lo anterior no fuera suficiente, la energía eléctrica mantuvo su racha alcista colocándose en 5.01 por ciento anual, también muy por encima del indicador general, pero además por cuarto año consecutivo continuó con registros más altos que el general a pesar del llamado subsidio de verano, luego de que la CFE ha continuado elevando sus tarifas. Asimismo, en la escena apareció el gas doméstico que avanzó a 2.63 por ciento anualizado tras una larga racha de descensos.