Inflación, el empobrecimiento salarial y las deportaciones ahondarán la crisis en Baja California, si no se implementa una estrategia seria de desarrollo y Baja California continuará rezagándose en el 2023. “Aunque se presuma alza en exportaciones de maquiladoras, de PIB y otras variables”, es a costa de un empobrecimiento de la población, afirmó, en su primer análisis del año el Centro de Estudios Económicos de Baja California. La entidad —dijo—, ha demostrado en otros tiempos que con buen timón puede ser protagonista, no nacional sino mundial y ahí están las estadísticas históricas. Enfatizó que el presente será un año complicado para los estados, pero diferenciado por entidades, pues el Bajío y Nuevo León han sido la punta de lanza en el área económica del país. Indicó que nuestro estado despidió un año muy complicado pero lo peor aún no termina. El 2022 fue uno de los años más complicados de este siglo para los hogares de Baja California, ya que pueden crecer muchas variables macroeconómicas “pero hay dos que si están mal, lo demás no importa: el ingreso de los hogares y la inflación”. Valero Berrospe sostuvo que la inflación es el impuesto más caro y generalizado que pagamos los ciudadanos, y el año que recién terminó Mexicali registró la inflación anual más alta desde el año 2000, con 8.85%, mientras que Tijuana tuvo la segunda más elevada (8.61%), solamente superada por la del año previo.