Durante la primera quincena de octubre la inflación del rubro de Alimentos en Mexicali alcanzó un crecimiento anualizado del 10.85 por ciento, el registro más alto en cuatro años y el cual está golpeando directamente al bolsillo de los mexicalenses. La cifra se encuentra muy por encima del Indicador General (6.95%) lo que refleja la magnitud del daño que están sufriendo los hogares, que desde el año 2008 no habían enfrentado un cambio en sus hábitos de consumo derivado de una crisis económica. De acuerdo con un reporte del Centro de Estudios Económicos de Baja California una condición inflacionaria deriva en que los consumidores busquen mercados alternos, especialmente los hogares con menos ingresos. El CEEBC señala que la situación se da esencialmente por dos vías: Cambio en la dieta de los hogares y mercados alternos donde encuentren precios más bajos, como sería el caso de los mercados callejeros, donde es más barato, pero en detrimento de la calidad.

El Centro recuerda en su análisis que en Baja California hay 852 mil bajacalifornianos en condiciones de pobreza, aunque el asunto más grave, subraya, está en los ingresos. En el caso de Mexicali el 75 por ciento de los ocupados está en el rango de 2 Salarios Mínimos, mientras que el Centro de Análisis Multidisciplinario de la UNAM documenta que con Jaime Bonilla la Tasa de población ocupada en pobreza extrema, es decir la población que labora, pero recibe un ingreso insuficiente para adquirir una cesta conformada solamente por alimentos, alcanzó casi al 62 por ciento de los trabajadores, el mayor nivel de la historia en Baja California. “Inflación y pobreza salarial, una combinación explosiva, a ver si el nuevo gobierno estatal puede manejarla”, concluye el CEEBC en su análisis.