Al calificar de “combinación perversa” a la combinación de inflación y precariedad salarial que vive Baja California, el Centro de Estudios Económicos de Baja California precisó que con esta situación no es posible que el Estado sea competitivo y mucho menos que dé calidad de vida a sus habitantes. “No se trata solamente de generar empleos, sino de la calidad de los mismos”, subrayó, al tiempo que alertó por la creciente pobreza salarial que enfrentan los trabajadores bajacalifornianos. Informó que si bien en el 2022 se agregaron al sector formal 35 mil 833 nuevos puestos de trabajo, el problema es que 34 mil 23 fueron del nivel de hasta 2 Salarios Mínimos, seguido de los de 3 SM con 13 mil 138, en tanto que los ocupados con sueldos de más de 5 SM se redujeron en 16 mil 870 plazas. “Mientras los ocupados formales que ganan más de 5 SM continúan tocando mínimos históricos, los de hasta 2 SM se mueve a la inversa, lo que genera una perversa desigualdad social, una sociedad que se empobrece y ahonda el desarrollo social. Los ocupados con hasta 2 Salarios Mínimos tocaron el mayor nivel desde que el IMSS lleva registros en la entidad, con cerca de 404 mil”, subrayó.