Nueva York, Estados Unidos, junio 19.- Los nuevos gigantes de la energía ya no exploran o extraen petróleo, sin embargo, tienen la influencia y el poder financiero de sus antecesores. Estas nuevas “Big Energy” están liderando la carrera por electrificar la economía mundial. Entre estos nuevos gigantes de la energía se cuentan cuatro empresas, Enel, Iberdrola, NextEra Energy y Orsted, que iniciaron sus actividades de construcción o adquisición de plantas de energía limpia en momentos cuando estos activos aun eran considerados energías alternativas y muy costosas. Ahora todo ha cambiado y se encuentran en la cúspide, en momentos cuando la energía limpia está tomando enorme relevancia. Los paneles solares y las turbinas eólicas, cada vez más baratos, están comenzando a dominar las nuevas instalaciones de energía, amenazando el crecimiento del gas natural en nuestras redes eléctricas y cambiando los mercados de energía. Incluso China ha visto la importancia de este sector y ha orientado sus mayores empresas de energía estatales hacia las energías renovables. En 2017, formó China Energy Investment Corp. mediante la fusión de dos gigantes de propiedad estatal. La compañía tiene cerca de 40 gigavatios de capacidad de generación de energía renovable, según BloombergNEF, más que cualquiera de las grandes empresas europeas y estadounidenses. El carbón sigue siendo una gran parte del negocio de China Energy Investment, con 185 gigavatios de energía térmica producidos en 2019. A diferencia de los gigantes de energía limpia más grandes de Europa, esta compañía se centra casi por completo en su mercado nacional. Otros grandes actores de energías renovables incluyen Brookfield Renewable Partners, cuya cartera incluye 7,900 megavatios de energía hidroeléctrica y 4,700 megavatios de energía eólica, y RWE AG, cuya unidad de energías renovables planea invertir hasta 5 mil millones de euros (US$ 6 mil millones) hasta 2022 en energías renovables y tecnologías de almacenamiento. Un caso interesante, NextEra Energy La compañía fundada como una empresa de servicios públicos de Florida hace casi un siglo, NextEra Energy respaldó las energías renovables al tomar una participación en los primeros parques eólicos cuyos desarrolladores le debían dinero, informó Bloomberg. Desde entonces, ha utilizado la negociación, la economía de escala y los créditos fiscales para convertirse en una potencia. A medida que el costo de producir energía renovable ha seguido cayendo en correlación con los avances tecnológicos en los últimos años, NextEra ha estado ganando dinero, incluso bajo la administración Trump, que ha sido leal al petróleo. A pesar de los aranceles sobre equipos solares de China y los agresivos esfuerzos federales para impulsar el carbón y el gas, sus ganancias aumentaron de US$ 2.9 mil millones en 2016 a US$ 3.8 mil millones en el 2019. Las Big Energy ya superaron a las Big Oil Hoy día, NextEra Energy Inc., es la empresa de servicios públicos más valiosa del mundo, superó brevemente a Exxon Mobil Corp. en capitalización de mercado a principios de octubre. Este no es un caso único, ya que Enel, Iberdrola y Orsted ahora valen más que las grandes petroleras comparables, lo que destaca cuán importantes se han convertido las apuestas de energía limpia para los inversores. Por ejemplo, la capitalización de mercado de ExxonMobil es de US$ 170 billones mientras que la de NextEra es de US$ 147 billones. La de Iberdrola es de US$ 87 billones comparado con US$ 15 billones de Repsol. El gran momento llegó más rápido de lo esperado. Hace cinco años, la energía limpia todavía se veía como un negocio difuso y fragmentado, repleto de advenedizos que intentaban hacerse con una porción de un mercado emergente. Hoy en día, la energía limpia se considera una apuesta tan segura que los fondos de pensiones y las aseguradoras compiten por poseer grandes carteras de parques solares y eólicos.