Tijuana y Mexicali están convertidas en un auténtico cementerio de empresas de acuerdo con las cifras de negocios registrados al IMSS que dio a conocer el IMSS para mayo. Ambas ciudades se encuentran metidas en una caída libre desde hace varios meses, que es incluso peor a los cierres registrados durante la pandemia. En el caso de Tijuana su hundimiento comenzó noviembre del 2023 y desde ese mes registra una baja de 533 empresas, de las cuales el 45.4 por ciento (242) se han dado durante los primeros cinco meses del 2024.

Para Mexicali la situación no es muy diferente, desde octubre del año pasado han causado baja en el sector formal 236 empresas, de ellas el 58.5 por ciento en el lapso enero-mayo, esto es 138. Este dato y la pérdida de empleos en abril y mayo nuevamente vienen a confirmar que la economía del Estado se encuentra paralizada en la formalidad y que la informalidad, con las remesas y los ocupados legales en Estados Unidos son las bujías que están moviendo a Baja California.