México ocupó el lugar 42 en el Índice Mundial del Hambre 2022

foto-resumen

Madrid, España, diciembre 27.- De acuerdo con el Índice Mundial del Hambre 2022, México se ubicó en el lugar 42 entre luego de que consiguió una puntuación de 8.1 puntos entre 121 países con datos disponibles. El GHI mide el hambre en una escala de 100 puntos donde 0 es la mejor puntuación posible de no tener hambre. y 100 es lo peor. En el GHI de cada país, el puntaje se clasifica según la gravedad, de bajo a extremadamente alarmante. Los resultados del GHI se basan en los valores de cuatro indicadores: desnutrición (proporción de la población con ingesta calórica insuficiente), gastar al niño (proporción de niños menores de cinco años que están desnutridos para su estatura, lo que refleja desnutrición aguda), crecimiento atrofiado del niño (proporción de niños de cinco años que son bajos para su edad, lo que refleja desnutrición) i Mortalidad infantil (La tasa de mortalidad de niños menores de cinco años refleja en parte la combinación fatal de nutrición inadecuada y ambiente insalubre). En su visión general el reporte indica que: “Este año nos enfrenta a una sombría realidad. El cóctel tóxico de los conflictos, el cambio climático y la pandemia del COVID-19 ya había dejado a millones de personas expuestas a las crisis de los precios de los alimentos y vulnerables a otras crisis. Ahora, la guerra en Ucrania -con sus efectos en cadena sobre el suministro mundial y los precios de los alimentos, los fertilizantes y el combustible- está convirtiendo una crisis en una catástrofe. La puntuación global del GHI de 2022 muestra que el progreso contra el hambre se ha detenido en gran medida. Otros indicadores revelan la trágica escala de la crisis en curso. El Estado de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición en el Mundo 2022 informó de que en 2021 el número de personas subalimentadas -un indicador de hambre crónica- aumentó hasta 828 millones. Además, según el Informe Mundial sobre las Crisis Alimentarias 2022, el número de personas que padecen hambre aguda también aumentó desde 2020, alcanzando casi 193 millones en 2021. Estos impactos se están produciendo en África Subsahariana, Asia del Sur y en Centroamérica y Sudamérica. Ahora que nos enfrentamos a la tercera crisis mundial de los precios de los alimentos en 15 años, está más claro que nunca que nuestros sistemas alimentarios en su forma actual son inadecuados para acabar con la pobreza y el hambre de forma sostenible. La crisis alimentaria mundial que se está produciendo ahora se presenta como una consecuencia de la guerra en Ucrania. Sin embargo, la gravedad y la rapidez de los impactos sobre el hambre se han producido en gran medida porque millones de personas ya vivían al borde del hambre, un legado de los fracasos del pasado en la construcción de sistemas alimentarios más justos, sostenibles y resilientes”. Agrega que: Es fundamental actuar ahora para reconstruir la seguridad alimentaria sobre una base nueva y duradera. Si no lo hacemos, estaremos caminado hacia catastróficas y sistemáticas crisis alimentarias del futuro. Se puede hacer mucho más para evitar los peores impactos de la crisis actual y poner en marcha cambios profundos en lugar de reforzar acuerdos peligrosos e insostenibles con los que vivimos ahora. Debemos garantizar una gobernanza de los sistemas alimentarios basada en los derechos a todos los niveles, partiendo de los pasos iniciales dados en la Cumbre de Sistemas Alimentarios de las Naciones Unidas de 2021”.