Tijuana, Baja California, diciembre 16.- Estados Unidos y México firmaron este lunes un acuerdo para abordar la crisis de aguas residuales en el río Tijuana, indicó en un comunicado la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, en inglés). A través de este acuerdo se establece un conjunto de acciones técnicas, financieras y de gobernanza para ejecutar obras concretas de saneamiento en Tijuana, en las que se incluye una nueva infraestructura de tratamiento y control de sedimentos, que tendrá un impacto positivo en la salud pública, el medio ambiente y las playas de Tijuana y San Diego. Asimismo, se establece una planeación hídrica a largo plazo para la zona, mediante un plan maestro y estudios técnicos integrales que permitirán anticipar el crecimiento urbano y evitar futuras crisis, difundió el gobierno mexicano. De acuerdo con el texto, la EPA firmó el acuerdo, denominado Minuta 333, "que marca un avance significativo adicional para poner fin de manera permanente y urgente a la crisis de aguas residuales del río Tijuana, que se prolonga desde hace décadas". El comunicado precisó que "las secciones estadounidense y mexicana de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (IBWC) acordaron una lista de nuevas medidas, entre las que se incluyen proyectos de infraestructura, investigación, mejora de la supervisión y planificación del funcionamiento y mantenimiento de sitios y sistemas críticos que tendrán en cuenta el futuro crecimiento demográfico de Tijuana, un componente clave que faltaba en los acuerdos anteriores alcanzados antes de la Administración Trump". La situación que ha sido motivo de discordia entre los dos países, tiene su origen en el el vertido de aguas residuales provenientes de México al río Tijuana, y a través de la frontera estadounidense, que luego desembocan cerca de San Diego, en el océano Pacífico. "La crisis de las aguas residuales del río Tijuana es un problema que se remonta a décadas, cuando las aguas residuales sin tratar fluían desde México hacia el sur de California. Esto ha provocado el cierre de playas durante años, malos olores, la degradación del valle del río Tijuana y la pérdida de oportunidades económicas, además de enfermar a personas a ambos lados de la frontera", precisó el documento, que aseguró que la "crisis también ha afectado a nuestros Navy SEAL que entrenan en la zona".