Ciudad de México, junio 4.- Desde finales del siglo XX y principios del XXI, el sistema de pensiones en México vivió una transformación profunda. Las reformas impulsadas por el modelo neoliberal llevaron al IMSS y al ISSSTE a modificar su estructura para dejar de garantizar una pensión estatal a los trabajadores. Esto dio paso a las cuentas individuales y a las Afores como principal vía de ahorro para el retiro. En el caso específico del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la modificación clave llegó con la Ley del Seguro Social de 1997, que sustituyó el sistema anterior. Bajo este nuevo esquema, el trabajador es responsable de acumular su ahorro a través de una cuenta individual administrada por una Afore, rompiendo así con la garantía de una pensión proporcionada por el Estado. ¿A partir de qué año ya no hay pensión IMSS? El cambio oficial comenzó el 1 de julio de 1997. Todas las personas que iniciaron su cotización al IMSS después de esa fecha ya no tienen derecho a una pensión garantizada por el Instituto. En su lugar, dependen del monto acumulado en su cuenta Afore para su retiro. Las diferencias entre ambos regímenes son clave para entender la situación actual: Ley de 1973: pensión garantizada, proporcional al salario y semanas cotizadas. Ley de 1997: ahorro en Afore, sin garantía estatal de pensión. ¿Qué generaciones no alcanzan pensión IMSS? Al menos tres generaciones están directamente afectadas por esta reforma: Millennials (1981-1996) Centennials (1997-2010) Generación Alfa (2010-2024) Ante este escenario lo mejor es revisar su régimen de cotización y planificar con anticipación para asegurar una vejez con estabilidad financiera. El modelo anterior, conocido como Ley del Seguro Social de 1973, otorgaba una pensión proporcional al salario y tiempo de cotización, siempre que se cumpliera con los requisitos establecidos. Sin embargo, esta modalidad, repetimos, solo está disponible para quienes comenzaron a cotizar antes del 1 de julio de 1997.