Población de México continúa envejeciendo; en 2023 suma 129 millones

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Ciudad de México, julio 6.- En el primer trimestre de 2023, de acuerdo con la información de la ENOE, la población del país era de 129 millones, tres millones más que la población resultante del Censo de Población y Vivienda 2020 (126 millones), y casi 17 millones más que la observada en 2010. De la población en 2023, 52% correspondió a mujeres y 48% a hombres, porcentajes que se han mantenido estables a lo largo de los años. En un comunicado con motivo del Día Mundial de la Población que se celebra el 11 de julio, detalla el INEGI que el descenso de la fecundidad y la mortalidad a partir de la implementación de políticas públicas en materia de planificación familiar, salud y educación, han modificado la estructura por edad. Si se observan las pirámides de población, puede notarse que la base piramidal se hace más angosta y hay una mayor proporción de personas mayores. Los cambios en la estructura por edad están asociados con el proceso de envejecimiento demográfico y una fase de transición denominada «bono demográfico», la cual se caracteriza por una mayor proporción de personas en edades productivas (15 a 64 años), respecto a la población dependiente (niños de 0 a 14 años y personas adultas mayores de 65 años y más). Entre 1970 y 2023, el porcentaje de la población de 0 a 14 años disminuyó de 46 a 23% y la de 15 a 29 pasó de 26 a 24por ciento; en contraste, la población adulta de 30 a 64 años aumentó de 24 a 43% mientras que el porcentaje de adultos mayores se incrementó a más del doble, al pasar de 4 a 10 por ciento. La razón de dependencia ha disminuido en las últimas décadas. Se observa que entre 1970 y 2020 pasó de 99.7 a 50.3 dependientes por cada cien personas en edad de trabajar y se proyecta un descenso ininterrumpido hasta 2030, momento en el cual empezará a aumentar debido al proceso de envejecimiento demográfico por el que transitará el país. Si bien el aumento gradual de la población envejecida representa un reto para el país por las implicaciones en materia de salud, pensiones y otros aspectos en los ámbitos sociales, el bono demográfico se visualiza como una oportunidad por la gran cantidad de personas en edad de trabajar. En este sentido, organismos internacionales señalan que «el impacto y magnitud del bono demográfico, como una ventaja potencial al alcance de los diseñadores de políticas económicas y sociales, depende de la capacidad que tiene la economía de un país para absorber productivamente a las personas que ingresan a la actividad económica y no simplemente del proceso demográfico subyacente» En cuanto a la oferta de trabajo señala que es un aspecto esencial para aprovechar el bono demográfico; cifras de la ENOE muestran que la tasa de desocupación de la población de 25 a 64 años tuvo altibajos entre 2005 y 2023, con un valor mínimo de 2.2% en 2023 y un valor máximo de 4.4% en 2010; sin embargo, al interior de la tasa se encubren las condiciones laborales en las que se inserta la población ocupada. En este sentido, recuerda que más de la mitad de las personas ocupadas de 25 a 64 años trabajan de manera informal; el valor más bajo (51.3 %) se observó en 2023 y el más alto (55.4 %), en 2012. Finalmente refiere que la presencia del bono demográfico conlleva retos educativos y, si bien el promedio de escolaridad de la población de 25 a 64 años ha aumentado en los últimos lustros, el nivel máximo es de 10.3 años de estudio, que se observó en el primer trimestre de 2023.