Presupuesto 2022 de BC no garantiza aportación al crecimiento

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En medio de la más grande afectación económica y sanitaria que atraviesa el Estado Marina del Pilar trabajará en 2022 con un presupuesto inferior en 13.5 por ciento al del 2021 en términos nominales, similar al que se tuvo hace dos años y el cual no servirá para impulsar la recuperación de la economía estatal. No se sabe si deliberadamente o por ignorancia, la gobernadora salió nuevamente a dar un mensaje completamente fuera de la realidad. Según ella “el Presupuesto de Egresos del Estado para 2022 integra nuevo enfoque centrado en el bienestar de las personas que más apoyo necesitan, el fomento a la paz y la detonación de proyectos de infraestructura, tal y como marcan los ejes rectores de la Cuarta Transformación”, sin embargo, la declaración está totalmente fuera de la realidad. Y es que para no variar, se habla por ocurrencias y no con los datos duros que se ocupan para generar crecimiento y desarrollo. El Presupuesto considera ingresos nominales por 62 mil 878 millones mil 321 pesos, cifra 7.43% menor a la del 2021, pero descontados los efectos de la inflación, en términos reales se ejercerán 58 mil 764 millones 553 mil 571, lo que representa algo más de 5 mil millones de pesos por debajo de la cifra nominal y en valores porcentuales un 13.5 por ciento menos que el año previo. En un escenario altamente inflacionario, es irresponsable salir a dar una discurso donde se habla detonar proyectos de infraestructura que no existen y no existirán ante la falta de recursos, al tiempo que se trata de enmascarar a la infraestructura con lo que son obras de mantenimiento en vialidades. El Estado presenta un rezago brutal en infraestructura y ahí están las cifras del INEGI que indican que el 2021 cerrará nuevamente con los menores niveles de inversión en obra pública, mientras que el IMCO expuso hace algunas semanas que el gobierno de Baja California es de los Estados que menos recursos destina a ese rubro.

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Por agregado, Marina no habló de eficiencia recaudadora y esto no quiere decir persecución al estilo de Jaime Bonilla, sino ser más eficientes en los cobros, como por ejemplo en los pagos de control vehicular donde son cotidianas las largas filas para pagar a pesar de que los ciudadanos van a dejarles dinero. Habla de repartir dinero, pero no se preocupa de dónde saldrá, en una entidad que se encuentra a un paso de caer en estanflación y preocupa además, que del total de los ingresos, el 84.4 por ciento proviene de los recursos federales, con lo que continúa creciendo la dependencia del dinero externo. Total, que Marina salió a tirar rollo, muy a su estilo, un discurso sin bases. Dijo que “el Presupuesto incluye incrementos a las actividades de Cultura y Deporte, así como un impulso histórico a las mujeres” pues según ella, “es a través del arte y la práctica del deporte, así como el apoyo a las mujeres, como se fortalece el tejido social y se aleja a los jóvenes de las actividades antisociales, como el crimen organizado y la violencia que éste detona”.

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Ojalá que alguien que la aprecie le diga que los salarios de miseria que se pagan en el Estado generando una economía de pobreza están en la base de la alta incidencia delictiva, y que el tejido social no se fortalece con buenas intenciones en una entidad que tiene a más de un millón de personas en condiciones de pobreza, con una fuerte migración de profesionistas y una bárbara dependencia de las remesas familiares y de los ingresos de los bajacalifornianos ocupados legalmente en Estados Unidos.