Roma, Italia, diciembre 8.- De acuerdo con la nueva Nota informativa de la FAO sobre la oferta y la demanda de cereales, se prevé que la producción mundial de cereales en 2024 disminuya alrededor de 0,6 % respecto del año anterior y se establecerá en 2 841 millones de toneladas, cifra que si bien se ha revisado a la baja respecto de octubre, sigue indicando la segunda producción más cuantiosa jamás registrada. Se estima que la producción mundial de trigo en 2024, fijada en 789 millones de toneladas, se situará al mismo nivel que en 2023, mientras que la de maíz disminuirá un 1,9 % respecto del año anterior, y se ubicará en 1 271 millones de toneladas, a raíz de rendimientos inferiores a los previstos en los Estados Unidos de América y la Unión Europea. El pronóstico de la FAO relativo a la producción mundial de arroz en 2024/25 ha cambiado ligeramente y apunta a un incremento anual del 0,8 % hasta alcanzar la cifra récord de 538,8 millones de toneladas. En 2025, la atenuación de los precios del trigo podría desalentar las ampliaciones de la superficie sembrada con cultivos de trigo de invierno, cuya siembra ya está en marcha en el hemisferio norte. Unas precipitaciones inferiores a lo normal en las principales regiones de cultivo de trigo de la Federación de Rusia han tenido como consecuencia un bajo nivel de humedad de los suelos, lo que ha afectado las operaciones de siembra. Por el contrario, en China y la India, la humedad de los suelos y las políticas gubernamentales de apoyo favorables, sumadas a unos precios remunerativos, deberían estimular la ampliación de las plantaciones. En el hemisferio sur está en marcha la siembra de los cultivos de cereales secundarios. Los primeros indicios sugieren una contracción de la siembra de maíz en la Argentina, a causa de las condiciones secas y el riesgo de la enfermedad de achaparramiento o raquitismo del maíz transmitida por el saltahojas. En el Brasil, las primeras intenciones de siembra, alentadas por el regreso de las precipitaciones, apuntan a una misma superficie sembrada con maíz en el cultivo de 2025. En Sudáfrica, las expectativas preliminares apuntan a que aumente la siembra de maíz blanco, impulsado por unos precios sin precedentes, lo que compensará una contracción de la superficie sembrada con maíz amarillo. El pronóstico indica que la utilización mundial de cereales crecerá un 0,6 % hasta alcanzar los 2 859 millones de toneladas en 2024/25, como consecuencia del aumento previsto para el consumo de arroz y trigo como alimento. Tras una revisión significativa desde octubre, los pronósticos indican ahora que las reservas mundiales de cereales disminuirán un 0,7 % respecto de sus niveles de apertura, lo que se traduce en una relación del 30,1 % entre las reservas mundiales de cereales y su utilización en 2024/25, un porcentaje que, si bien es inferior al 30,8 % registrado el año precedente, sigue indicando “un nivel desahogado de la oferta” a escala mundial. Según el pronóstico, el comercio internacional de cereales en 2024/25 ascenderá ahora a 484 millones de toneladas, es decir, un 4,6 % menos que el año precedente. Se prevé una disminución del volumen del comercio mundial de trigo y maíz, mientras que aumentará el comercio de arroz.