Remesas consolidan la vergonzante economía parásita de Baja California en 2020

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Por Luis Levar Las remesas, vergonzosamente, se consolidaron como una muy importante bujía de la economía de Baja California, que se vio favorecida por los apoyos que entregó el gobierno de Estados Unidos a las familias norteamericanas. Esto propició que el flujo hacia Baja California y en general hacia el país se haya mantenido positivo. En el Estado el crecimiento fue de 31.5% en 2020, medido en dólares y en pesos de 45.2% Por agregado acentuó su ventaja sobre los ingresos de inversión extranjera directa nueva. En dólares la captación ascendió a un récord de mil 235 millones de pesos y en pesos superó los 26 mil 538 millones, de acuerdo con un reporte del Centro de Estudios Económicos de Baja California. De no haberse entregado ese estímulo los flujos habría caído. Así, la economía parasitaria del Estado continúa consolidándose a pesar de la pandemia. El crecimiento que ha tenido Baja California en la captación de remesas en casi dos décadas ha sido impresionante. De estar en el lugar 24 a nivel nacional en 2003, subió hasta el sitio 12, de acuerdo con datos del Banco de México. En el periodo de 2003 a 2020 que es el registrado por el Banco de México, Baja California tuvo el mayor crecimiento porcentual nacional en captación de remesas con 769.7 por ciento comparando 2020 con el 2003. Esto se tradujo en un crecimiento de más de mil millones de dólares con respecto a la recibido casi dos décadas atrás. Por municipios Mexicali registró el mayor crecimiento en captación con el 43.1 por ciento. Cabe señalar que en no pocas ocasiones los organismos empresariales como Coparmex Mexicali, Coparmex Tijuana, Coparmex Ensenada, el Consejo Coordinador Empresarial de Tijuana, Canacintra Mexicali, Canacintra Tijuana y Coparmex Ensenada han criticado este crecimiento que refleja que el gobierno no está ofreciendo las condiciones adecuadas para generar empleos y entonces los bajacalifornianos los tienen que ir a buscar fuera del Estado, ya sea Estados Unidos o El Bajío. De esta manera, BC ya está entre los principales receptores del país, como reflejo de una política económica que promueve la miseria y la migración, que es al final de cuentas, un parásito que chupa y vive de los recursos de su vecino del norte.