Ciudad de México, enero 19.- El decreto para vetar a las aerolíneas de carga del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) apunta a generar más gastos que beneficios financieros. Cerrar las operaciones para las aerolíneas cargueras tendría un costo de 9 millones 713,706 pesos para las 16 empresas de carga aérea. El beneficio podría ser poco, pues durante 2022 las operaciones comerciales de carga concentraron apenas 3% del total de las operaciones comerciales. El anteproyecto de decreto también beneficiaría a las empresas de Estados Unidos porque aerolíneas nacionales como Estafeta, por ejemplo, al cambiar de aeropuerto no podrían operar sus vuelos a Estados Unidos, ya que eso se consideraría una nueva ruta y la degradación aérea lo prohíbe. La Canaero también señaló que la industria aérea requiere al menos 360 días naturales para migrar del todo a otros aeropuertos las operaciones de carga. Hacerlo en 90 días hábiles, como se pretende, es inalcanzable y pondría en riesgo la seguridad de las operaciones. “Es imperioso adoptar las acciones y estrategias para lograr la fluidez, calidad, oportunidad y seguridad en la transportación masiva de pasajeros, en los vuelos nacionales e internacionales”, dice el anteproyecto enviado este martes a la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer). En el documento, López Obrador argumenta que se deben tomar acciones para resolver la saturación en los edificios terminales 1 y 2 del AICM. El Decreto detalla que: Queda cerrado el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México ‘Benito Juárez’, para las operaciones de los concesionarios y permisionarios que proporcionan el servicio al público de transporte aéreo nacional e internacional regular y no regular exclusivo de carga. Quedan exceptuados los concesionarios y permisionarios que presten servicios combinados de pasajeros y de carga, siempre que la carga sea transportada en las mismas aeronaves que los pasajeros”.