Publicado el 16 oct. 2025
por Luis Levar
- Economía
El poder adquisitivo de los salarios del sector formal en Baja California acentuó su caída durante septiembre de este año de acuerdo con las cifras que dio a conocer el IMSS.
En su reporte del Salario Promedio de Cotización (SPCIMSS), que es lo que se paga en promedio a los ocupados del sector formal en el Estado, el Instituto reporta que se ubicó en 775.83 pesos diarios, lo que significó su tercera caída mensual consecutiva, pero además, distanciándose más de los 2 Salarios Mínimos (2SM) al ubicarse en 118.20 pesos por debajo de los 839.76 pesos que suman los 2SM.
Para Baja California desde que el gobierno federal inició la campaña de alza de los SM, lejos de beneficiar a los trabajadores bajacalifornianos ha significado una maldición. Simplemente al cierre del 2018 el SPCIMSS se ubicaba en 178.72 pesos por encima de los 2SM y hoy, como se indicó está por debajo en una tendencia que se aceleró a partir de enero del 2023 cuando el SPCIMSS se ubicó en 576.38 pesos ubicándose por debajo de los 2SM que se colocaron en 624.82 pesos.
Aunque se ha vendido la idea que en la frontera mejoraron las condiciones de ingreso la realidad es que nada de eso sucedió debido también a los altos niveles de inflación. En este sentido el Centro Análisis Económico de la UNAM en un análisis documenta que mientras la Canasta Alimenticia Recomendable (CAR) se ubicó en 14 mil 590.80 pesos mensuales, el Salario Mínimo se ubicó por debajo con 11 mil 246.70 pesos.
Al final del día el alza a los SM ha operado en sentido inverso en Baja California como lo muestran las cifras del IMSS por niveles salariales:
Quienes ganan hasta 2SM aumentaron 88.3% entre septiembre del 2028 e igual mes del 2025; los de 3SM avanzaron 11.6 por ciento; los de 4SM cayeron 30.4 por ciento; los de 5SM decrecieron 39.5 por ciento y quienes ganan más de 5SM se hundieron 54 por ciento.
Sí, el alza a los mínimos ha sido una maldición para los trabajadores bajacalifornianos y de paso para las micro y pequeñas empresas. Nada qué celebrar y sí mucho qué lamentar con con una población trabajadora más empobrecida.