Por Luis Levar La economía de la miseria continúa avanzando en Baja California ante la ineptitud de Jaime Bonilla y su ayudante, Mario Escobedo, para generar políticas reales de desarrollo, más que de crecimiento, y ello se confirmó con los más recientes datos del Seguro Social, donde los trabajadores asegurados con 2 Salarios Mínimos (SM) se elevaron a un nivel récord para ubicarse en 418 mil 272. En el periodo que lleva Bonilla en el gobierno del Estado se sumaron 142 mil 964 trabajadores con el nivel salarial mencionado, situación que no se puede atribuir solamente a la pandemia, sino a la política de favorecer puestos de trabajo con bajos salarios en aras de tratar de atraer inversiones al Estado, lo cual, por cierto, no les ha funcionado. Sin embargo, los niveles salariales más altos han perdido peso como el rango de 3SM que se redujo en 43 mil 239 ocupados desde noviembre de 2019; el de 4SM perdió 26 mil 897 trabajadores y el de 5 SM cayó en 11 mil 154 registros, que tienen los recortes más fuertes. De esta manera, si bien se dieron algunos aumentos en los registros, estos han sido empujados por los más bajos salarios, y en enero, por agregado, más de la mitad fueron los eventuales del campo, que en esta temporada es cuando tienen más demanda. Con estas cifras, el vergonzoso aumento histórico en la captación de remesas y los altos niveles de inflación, Baja California y sus municipios se han convertido en una fábrica de pobreza que se ha traducido de paso, en un disparo en los niveles de incidencia delictiva.