Publicado el 03 abr. 2022
por Luis Levar
- Economía
Las secuelas de la pandemia en el mercado de trabajo de Baja California continúan siendo brutales reflejándose en nuevos récords en las cifras de ocupados en el sector informal, que por agregado son el reflejo de una economía enferma.
Y es que de acuerdo con las cifras del INEGI para el cuarto trimestre del 2021, el número de ocupados en la informalidad se ubicó en su mayor nivel de la historia con 713 mil 381, registro que se ubicó peligrosamente cerca del total de los ocupados en el sector formal adscritos al IMSS en diciembre, que fue de 957 mil 398.
Ante la pobre oferta de trabajos bien remunerados, los bajacalifornianos que no emigran del Estado han optado por insertarse en la informalidad, creciendo estos trabajadores en 85 mil 575 comparado con el cierre del 2020.
Si bien el INEGI documenta que la tasa de desempleo bajó al 2 por ciento en el cuarto trimestre, atrás del registro se encuentra escondida una realidad de empobrecimiento de los trabajadores que continúa siendo soslayada por los encargados del área económica en el gobierno estatal y que muestran que el hundimiento de la economía se ha profundizado no solamente por el pésimo manejo de la pandemia, sino también por la ausencia de una política económica que lleve al crecimiento y al desarrollo, una situación que se ha profundizado por la ignorancia de quienes tienen a su cargo el área económica del Estado.