Ciudad de México, junio 27.-La junta de gobierno del Banco de México (Banxico) mantuvo este jueves sin cambios la tasa de fondeo interbancaria por segunda ocasión consecutiva, para dejarla en un nivel de 11.0 por ciento. En una decisión de cuatro votos a favor y uno por reducir la tasa en 25 puntos base (del subgobernador Omar Mejía), los integrantes de la junta de gobierno llegaron a la decisión de dejar la tasa sin cambios luego de evaluar el comportamiento de la inflación y concluir que “los retos y riesgos en ambos lados del balance ameritan continuar con un manejo prudente de la política monetaria”. En un comunicado Banxico señala que: La inflación general anual aumentó de 4.65 a 4.78% entre abril y la primera quincena de junio ante un incremento en la no subyacente. La inflación subyacente, que refleja de mejor manera la tendencia de la inflación, siguió disminuyendo al pasar de 4.37 a 4.17% en el mismo periodo. Las expectativas de inflación general para el cierre de 2024 exhibieron un ajuste al alza. Las correspondientes a la subyacente disminuyeron ligeramente. Las de mayor plazo permanecieron relativamente estables en niveles por encima de la meta. Se anticipa que el proceso desinflacionario continúe. Si bien la depreciación de la moneda nacional influye al alza en el pronóstico de inflación, sus efectos se ven en parte contrarrestados por los correspondientes a la mayor debilidad de la actividad económica. Las previsiones de inflación general y subyacente se ajustan ligeramente en algunos trimestres. Se sigue esperando que la inflación general converja a la meta en el cuarto trimestre de 2025 (ver cuadro). Estas previsiones están sujetas a riesgos. Al alza: i) persistencia de la inflación subyacente; ii) mayor depreciación cambiaria; iii) mayores presiones de costos; iv) afectaciones climáticas; y v) escalamiento de conflictos geopolíticos. A la baja: i) una actividad económica menor a la anticipada; ii) un menor traspaso de algunas presiones de costos; y iii) que el efecto de la depreciación cambiaria sobre la inflación sea menor al anticipado. Se considera que el balance de riesgos respecto de la trayectoria prevista para la inflación en el horizonte de pronóstico se mantiene sesgado al alza.