Mientras el encargado del Trabajo y Previsión Social, Alejandro Arregui Ibarra anda abriendo la boca diciendo que hay diez mil vacantes de empleo por cubrir, Tijuana registra una masacre en el mercado laboral formal. Con cifras del IMSS durante abril registró una reducción anualizada de 23 mil 820 empleos formales, de los cuales casi tres mil (2,929) fueron en el cuarto mes del año. Además, siguiendo la tendencia descendente estatal que comenzó en noviembre del 2023, el quinto municipio más violento del mundo, acumula una pérdida histórica de 34 mil 630 puestos de trabajo. La crisis de empleo se da en un contexto de recesión económica estatal y una inflación acelerada que se colocó durante abril en 6.38 por ciento anual, para acumular cinco meses como la ciudad con la inflación más alta del país, aunque de los últimos diez meses en ocho tuvo el registro de inflación más elevado a nivel nacional. Seria problemática del municipio más poblado de México, aunque como de costumbre, los políticos y sus seguidores del sector privado dicen que todo está bien.