A partir del 8 de noviembre las ciudades de la frontera norte de México y sur de Estados Unidos intentarán volver a la normalidad luego de la mayor sacudida económica de que se tenga registro, incluso de la del 2008, tras el cierre de 17 meses a los cruces fronterizos. Y es que la interacción diaria en la frontera México-Estados Unidos se da a través de 6 estados y 37 municipios, mexicanos, en tanto que de la parte estadounidense hay 4 estados: California, Arizona, Nuevo México y Texas, con 23 condados. En territorio nacional están Baja California, con 3 municipios fronterizos; Tamaulipas, con 9; Chihuahua y Coahuila, con 7 cada uno; Sonora, con 10; y Nuevo León, con un municipio. Este conjunto que concentra a la mayor parte de los casi 23 millones de los mexicanos que radican en los estados fronterizos del norte. La economía de los 37 municipios de la frontera norte representa el 6.4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, y de este PIB el 0.51 por ciento corresponde a la actividad turística de la región. Las principales fronteras receptoras y emisoras de visitantes internacionales son: Tijuana, con 24.1 por ciento de las llegadas y 27.9 por ciento del gasto; Ciudad Juárez, con 15.3 por ciento de las llegadas y 16.1 por ciento del gasto; Nuevo Laredo, con 9.4 por ciento de las llegadas y 10.2 por ciento del gasto; Mexicali, con 8.8 por ciento de las llegadas y 7.6 por ciento del gasto; Matamoros, con 6.5 por ciento en llegadas y 5.4 por ciento en gasto; Reynosa, con 5.8 por ciento en llegadas y 5.6 por ciento en gasto, así como otras catorce plazas que conjuntamente captan el 30.1 por ciento de las llegadas y el 27.2 por ciento del gasto. De acuerdo con la Secretaría de Turismo federal para el periodo noviembre-diciembre de 2021 se espera la llegada de 5 millones 625 mil visitantes fronterizos, de los cuales un millón 922 mil serán turistas y 3 millones 793 mil excursionistas (quienes permanecen menos de 24 horas de estadía sin pernocta), cifra que se estima exagerada, ya que en diciembre del 2019 el INEGI documenta que ingresaron un millón 999 mil 121 turistas fronterizos, en medio de una situación de completa normalidad y contabilizar los datos de noviembre es muy aventurado: una porque el mes ya inició y dos porque entrar a la nueva normatividad fronteriza tomará al menos tres semanas de acuerdo con estimaciones de la Aduana de Estados Unidos, la cual está calculando que el tiempo de espera en los cruces será de alrededor de 8 horas en las primera dos semanas. La Sectur dijo que la derrama económica que generarían se calculada en 247 millones 28 mil dólares, 111 millones 581 mil dólares serían de turistas y 135 millones 447 mil dólares de los excursionistas; sin embargo, la del 2019 ascendió a 118 millones de dólares, por lo que también se estima exagerada, comentó el Centro de Estudios Económicos del Baja California en su reporte semanal. “Considerando solamente a diciembre que es un mes con alta estacionalidad por las compras de fin de año, lo mejor que podemos esperar es que sea igual al 2019, pero la movilidad no será sencilla con los requisitos que rodean a la pandemia. Normalizarse va a tomar al menos hasta el primer trimestre del año próximo, siempre y cuando la pandemia se contenga. Ahorita se encuentra en niveles muy altos y esto eventualmente puede llevar a nuevas restricciones”, alertó.

En el mismo sentido opinó de las cifras que estima que 6 millones 112 mil residentes en México visitarían Estados Unidos, de los cuales 698 mil serían turistas y 5 millones 414 mil excursionistas. “Para los residentes fronterizos el cruce será más complicado, pues no solamente cruzan turistas, sino también varios miles de ciudadanos con permiso para trabajar en la Unión Americana que cruzan todos los días. Todos ellos deben portar sus documentos fronterizos y los certificados de vacunación”, agrega el CEEBC. Y en cuanto al gasto dice Sectur de que el flujo generaría un gasto de 306 millones 620 mil dólares, de los que 53 millones 629 mil dólares corresponderían a turistas y 252 millones 991 mil dólares a excursionistas, algo que “también está en duda por la movilidad complicada y un dólar caro. Al final de cuentas los flujos iniciales tendrán más que ver con la novedad que con la necesidad de cruzar”, puntualizó el CEEBC. Lo único que el encargado de Turismo, Miguel Torruco, dijo con verdad es que el saldo de la Balanza Turística fronteriza siempre ha sido deficitario para México, por lo que para el último bimestre del presente año se estima sea en contra por 59.6 millones de dólares.