Tras las elecciones… el frenazo del gasto público

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Si ustedes son lectores atentos de los Números de Erario, recordarán que a lo largo de los primeros seis meses del año identificamos un crecimiento en el gasto programable. Lo asociamos, entre otros factores, al megaproceso electoral que culminó el 6 de junio. Pues bien, el reporte de finanzas de Hacienda con corte a julio confirmó en buena medida nuestra ‘hipótesis’. ¿Por qué? Lean ustedes (junto con una dura constatación de ganadores y perdedores en el renglón del gasto del Sector Público). Primer dato: un impulso al gasto que se detuvo… de golpe Muy revelador: el Gobierno bajó su ritmo de gasto al iniciar el segundo semestre del presente año, justo después de las elecciones. El gasto programable del Sector Público cayó 11% durante el mes de julio. O visto de otra forma: en los primeros seis meses del año el gasto programable acumuló un crecimiento de 7.7% frente al mismo periodo de 2020, pero el Gobierno activó el freno mano en julio, por lo que el crecimiento acumulado se redujo: quedó en 4.6%. Segundo dato: un ‘ajuste’ en Bienestar, Salud y Educación El sector donde se concentró el recorte de gasto en julio fue en las secretarías del Gobierno Federal, donde la ejecución de recursos se desplomó en 43.5% frente julio del año pasado, a 82 mil millones de pesos (63.2 mmdp menos), con lo que retrocedió a niveles de 2005. Por el tamaño del monto de afectación, las secretarías más afectadas fueron: Bienestar, Salud y Educación. Sin embargo, la Secretaría de Salud es la que va más rezagada en su presupuesto acumulado de enero a julio. Sufrió un recorte de 77.3% en julio, al gastar 4.06 mil millones de pesos (13.8 mmdp menos que en julio de 2020), su peor nivel desde 2007 para este mes.

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Tercer dato: ¿exactamente en qué rubro se recortó el gasto de la Secretaría de Salud? Grave, grave: el origen de la caída tan fuerte en el gasto de la Secretaría de Salud se ubicó en los rubros de “otros gastos de operación” y de “subsidios, transferencias y aportaciones”, en los que se observó una caída anual de 88% y 82%, respectivamente. En este último rubro se registran las transferencias del Insabi a las entidades federativas a través del programa de Atención a la Salud y Medicamentos Gratuitos para la Población sin Seguridad Social Laboral, las cuales no se realizaron en julio. Esto no sucedía desde 2012.

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Cuarto dato: el Insabi no saca cabeza Más grave: desde 2017 no se reportaba un gasto tan bajo en los servicios de salud para la población sin seguridad social. Al mes de julio el Insabi acumula un gasto de 43.8 mmdp, monto que se encuentra 17% por debajo del gasto programado y 21% por debajo del ejercido en 2020.