Londres, Inglaterra, febrero 2 (Financial Times).- El presidente Donald Trump apuesta a que puede lograr sus objetivos a través de los aranceles sin provocar inflación ni una liquidación de las acciones estadounidenses. Trump apuesta a que puede presionar a los socios comerciales de Estados Unidos para que cumplan con los deseos de Washington sin provocar otra aceleración perjudicial de la inflación, en un momento en que el costo de vida sigue siendo la principal preocupación de muchos estadounidenses. Trump ahora quiere usar aranceles para generar ingresos para pagar la extensión de billones de dólares de recortes impositivos, lo que sólo puede lograrse mediante gravámenes cuidadosamente calibrados pero elevados que podrían ser difíciles de revertir. Según los economistas, las economías más afectadas serán México y Canadá, dada su gran dependencia de la economía estadounidense, y ambas se enfrentarán a una recesión total si Trump mantiene los aranceles del 25%. “No hay refugios seguros”, dice Brad Setser, ex funcionario del Tesoro de Estados Unidos que ahora trabaja en el Consejo de Relaciones Exteriores. “Los dos países que lograron el mayor acuerdo comercial con Donald Trump en su primer mandato son los dos primeros a los que se les aplican aranceles”. Parte del impacto podría mitigarse mediante la apreciación del dólar y la sustitución de bienes estadounidenses producidos en el país, mientras que las corporaciones pueden optar por absorber parte del aumento de los costos a través de menores márgenes de ganancia, dijeron los economistas. Hay dos grandes peligros para Trump. Uno sería una ola de ventas que haría caer en picado los mercados de valores y el valor de los planes de jubilación de los estadounidenses. El otro sería que la inflación volviera a subir después de haber caído gradualmente hacia su objetivo del 2% durante los últimos dos años y medio. “Podría ser una guerra comercial con esteroides”, dijo Ryan Sweet, economista jefe para Estados Unidos de Oxford Economics. “La primera ronda fue más específica. Ahora parece que se están extendiendo a todos los sectores, y más rápido de lo que esperaba”, agregó. Imagen: Cartel político del Partido Liberal Británico que presenta su visión de las diferencias entre una economía basada en el libre comercio y una basada en el proteccionismo. La tienda de libre comercio se muestra llena de clientes debido a sus bajos precios. La tienda basada en el proteccionismo muestra precios más altos y falta de clientes, y con animosidad entre el dueño del negocio y el regulador.