Sacramento, California, septiembre 2.- Muy modosita, muestreándose a su estilo de niña bonita, Marina del Pilar quiso presumir su interés en las relaciones con California en las que destacó según un boletín, “la importancia de proteger el medioambiente entre México y Estados Unidos, así como buscar fuentes alternativas de agua para las comunidades, ante la sequía que registra el Río Colorado, ya que se estableció una reducción de su agua para México desde enero de 2022. “Otro tema es la resolución de los problemas de contaminación del río Tijuana y del río Mexicali, abordándose la contaminación de las costas debido a aguas residuales, y se dio especial atención a la contaminación del aire en Mexicali”. Esto fue lo que manejó en el imaginario político del comunicado que difundió; sin embargo, la realidad es que tanto ella, cuando fue alcaldesa de Mexicali, como Jaime Bonilla en el gobierno estatal, han hecho poco para corregir el problema que ya es binacional. Para muestra lo que se ha difundido en medios norteamericanos. En un reportaje La Voz de Arizona documentó o siguiente: Un flujo de agua color verde, turbia, apesta a desagüe y transporta espuma, trozos de basura y una carga de químicos tóxicos desde Mexicali, una ciudad llena de fábricas que elaboran productos que van desde artículos electrónicos hasta las autopartes. Para las personas que intentan cruzar ilegalmente hacia los Estados Unidos, el río ofrece una ruta para intentar pasar inadvertidos por los agentes de la Patrulla Fronteriza. Pero el agua está tan contaminada que las personas que se meten pueden padecer de erupciones en la piel o irritantes llagas, y cualquiera que sorba una gota salpicada de esta agua de manera accidental, puede tornarse enfermo súbitamente. Justo al norte de la frontera, en Calexico, el New River (como es conocido el afluente del lado estadounidense) es tratado como un sitio de desechos tóxicos. En el borde de su barranco cubierto de basura, tiene puesto un letrero amarillo clavado en el suelo de tierra con un símbolo de una calavera con huesos cruzados y la advertencia: “¡PELIGRO! TIERRA Y AGUA DEL RÍO NUEVO CONTAMINADA ¡PROHIBIDO ENTRAR! ” Para las personas que viven cerca del río, el olor puede ser tan insoportable que les provoca dolores de cabeza. Sus ojos lagrimean y sus fosas nasales les pican. Para escapar de la pestilencia, los residentes locales evitan pasar tiempo al aire libre en sus patios. En una investigación sobre la contaminación que afecta a la ciudad de Mexicali ya las comunidades fronterizas cercanas, el periódico The Desert Sun descubrió que el Río Nuevo está plagado de químicos nocivos, metales pesados, derrames de aguas negras cada vez más frecuentes, así como una falta de fondos para solucionar estos problemas. Todo esto, a pesar de que entre los reguladores gubernamentales de ambos lados de la frontera se reconoce que el río requiere mayores esfuerzos de limpieza. Agrega en su reporte The Desert Sun que “en todo Mexicali, los lotes baldíos están llenos de basura que va desde basura doméstica hasta pedazos de computadoras viejas. En los patios traseros, recicladores sin licencia recogen montones de plástico y cartón. A lo largo de las calles de la ciudad, montones de neumáticos y cables eléctricos encendidos envían columnas de humo negro al aire”. Este es el Mexicali que ven los californianos, el que Marina no hizo nada para cambiar y que ahora se dice muy preocupada por ello. Y del caso de Tijuana, la situación es peor e incluso se ha ventilado ya en tribunales por toda la contaminación que arroja a San Diego. El asunto es que Marina en su ignorancia difícilmente hará algo para corregirlo cuando incluso hacia el interior del Estado ni siquiera tiene idea del plan de desarrollo que debe seguir en los próximos seis años. Reportaje completo en https://amp.lavozarizona.com/amp/1981567002 Reportaje completo en https://www.desertsun.com/in-depth/news/environment/border-pollution/poisoned-cities/2018/12/05/toxic-dumping-ground-mexicali-mexico-border-pollution/1295722002/ Imagen: El Río Nuevo fluye a través de la frontera hacia California. Esta sección de la valla fronteriza se retiró recientemente y se reemplazó con una nueva barrera más alta. ZOE MEYERS / EL SOL DEL DESIERTO