Crece el nerviosismo demócrata tras multitudinario respaldo a Trump en Nueva York

foto-resumen

Nueva York, Estados Unidos, octubre 30 (Diario las Américas).- El multitudinario e histórico mitin de campaña del expresidente Donald Trump y los republicanos en el Madison Square Garden puso a temblar no sólo el emblemático recinto y el centro de Nueva York, sino a los demócratas que en décadas no habían presenciado un evento político de esta magnitud por parte de los republicanos en el corazón del izquierdismo estadounidense. Los casi 20.000 asistentes dentro del Madison hicieron historia el domingo 27 de octubre a pocos días de las elecciones del 5 de noviembre, pero la mayor alarma para la izquierda y extrema izquierda fue que en una veintena de cuadras en los alrededores del recinto decenas de miles de neoyorquinos salieron a exhibir su apoyo a Trump y a los republicanos con gorras y camisetas MAGA (Make America Great Again), banderas pro-Trump y de Estados Unidos. “Estoy emocionado de estar de regreso de esta manera en la ciudad que amo. Trabajadores, patriotas, siempre hemos estado juntos”, dijo Trump a los asistentes dentro del Madison y en las calles aledañas. Desde hace décadas, los residentes y visitantes de Nueva York no veían un evento de campaña política de tal magnitud en el Madison Square Garden de Nueva York y sus calles aledañas No es para menos que la izquierda despierte en pánico durante los días previos a las presidenciales con la cantidad de barreras que han tenido que sortear frente al empuje indetenible de Trump, sus seguidores y su campaña. El tour forzado de Kamala por los medios de prensa en busca de votos, cuando apenas tenía previsto escasas entrevistas bien preparadas y planificadas, le ha ido como en sus cuatros años en la vicepresidencia del país: peor no ha podido ser. Otro golpe a la izquierda y la imagen artificial de Harris Mientras Trump avanza, se desmorona la falsa imagen de la candidata Kamala Harris, una pieza creada artificialmente y de forma anticonstitucional (al menos moralmente) por la gran prensa liberal, y sin un voto en las primarias del partido. Kamala fue puesta a dedo por una élite que lo menos que le importa es el voto de los estadounidenses; tampoco defender los valores democráticos de EEUU. A esa élite sólo le importa el dinero y la capacidad de poder frente a cualquier oponente y a cualquier precio, en especial contra el expresidente Donald Trump Kamala es el producto populista construido en semanas principalmente por los imperios de las cadenas de televisión, que tampoco son ya imperios, sino instituciones en plena decadencia y supervivencia financiera, pero aún con el poder de difusión, manipulación, la creación de estados de opinión, propaganda y nombre para conseguir dinero de patrocinadores que sí poseen poder económico. La pena es que lo utilicen para destruir y no para construir un EEUU mejor, próspero y más transparente frente a la corrupción. El propietario del Washington Post, Jeff Bezos, defendió la decisión de su medio de prensa de no respaldar a un candidato presidencial en estas elecciones del 5 de noviembre de 2024, insistiendo en que los apoyos políticos “crean una 'percepción' de parcialidad”.

foto-resumen

En realidad, los apoyos políticos no dan una percepción de parcialidad, son un ejecución de la parcialidad y la renuncia a la ética del periodismo universal y de la defensa de una prensa libre e independiente. Esto es lo que ha ocurrido desde que los medios de comunicación se vieron ahogados financieramente por la llegada de la tecnología y la internet, que no reporta ni la tercera parte de los dividendos de los que antes disfrutaban periódicos, revistas, cadenas de televisión, agencias de noticias, emisoras de radio, etc.

foto-resumen

La riqueza financiera genera por sí misma autonomía e independencia, mientras que sobrevivir sólo provoca dependencia y yugo. En estos tiempos de TikTok, YouTube y decenas de grandes plataformas online, los medios se han tenido que arrodillar ante la supervivencia y han perdido en este camino o proceso la libertad de expresión, la autonomía y la credibilidad, porque su misión de ser jueces independientes y cazadores de la verdad se ha disipado. Según informes, el consejo editorial del Washington Post había redactado un borrador a favor de la vicepresidenta Kamala Harris y contra el expresidente Donald Trump antes de que se pusiera fin al respaldo. Más de 200.000 lectores del Washington Post hasta ahora han cancelado sus suscripciones digitales, después del anuncio de la decisión, reveló NPR en EEUU (National Public Radio). Bezos, en su artículo de opinión publicado por el diario, también enfatizó que el público estadounidense no confía en la prensa y las organizaciones de noticias "debemos trabajar más duro para controlar lo que podemos controlar para aumentar nuestra credibilidad". El gran descontento en el corazón de Nueva York El mitin de Trump y los republicanos en el corazón de Nueva York confirma todo lo anterior, la mayoría del pueblo estadounidense -incluso en los estados dirigidos por la extrema izquierda- ya no cree en las historias de los grandes medios de prensa, en especial de la izquierda, que se han convertido en los ejecutores de una agenda radical de izquierda destructora de sociedades, de familias y de la economía occidental para fomentar un engendro al estilo chino de economía de mercado, con un régimen que controla las políticas fundamentales y traza planes a través de un sistema con apariencia de flexibilidad, pero estrechamente vigilado, rígido en esencia y con el poder político, económico y social centralizado. El expresidente Trump calificó su mitin en el Madison Square Garden de Nueva York como un “festival de amor, esperanza y energía”, una muestra más también del rechazo a las nefastas políticas del gobierno de Joe Biden y Kamala Harris.