Washington, DC, Estados Unidos, noviembre 30.- Ante una "inflación alta y persistente" en Estados Unidos, la Reserva Federal (Fed) considera la posibilidad de retirar los estímulos de manera más rápida a lo que se había previsto y aumentar las tasas de interés, dijo el martes ante cuestionamientos de su gestión en el Senado el presidente de esa entidad financiera, Jerome Powell. Durante ocho meses, Powell ha calificado de "transitoria" la explosión de la inflación, argumentando atascos en la cadena de suministro y la escasez de bienes y trabajadores. Sin embargo, este martes dijo ante el Comité Bancario del Senado que es hora de "retirar" ese término. La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, ha sido la principal defensora de continuar con los estímulos económicos propuestos por el presidente Joe Biden desde su primer día en la Casa Blanca. Ella también tildó de "irresponsables" las aseveraciones de economistas conservadores que alertaban sobre la galopante inflación y la deuda pública de EEUU. El indicador de precios de referencia del Banco Central registró un aumento del 5% interanual, pero la cifra se ubicó el mes pasado en 6,2%, ambas estadísticas se encuentran muy por encima del objetivo del 2% de la Fed. "Claramente, el riesgo de una inflación más persistente ha aumentado", indicó Powell ahora a los legisladores, tras meses de desmentir a quienes hablaron de una alta inflación persistente. El presidente del Banco Central dijo ahora que la Fed "utilizará sus herramientas para asegurarse de que la inflación más alta no se afiance". La Fed ya ha empezado a retirar sus medidas de estímulo puestas en marcha para amortiguar el golpe de la pandemia en la economía, pero Powell había dicho previamente que las autoridades podrían esperar para subir las tasas de interés de los préstamos, y argumentado que los problemas de suministro se resolverían en los próximos meses. Sin embargo, en esta audiencia sugirió que se podría acelerar el ritmo de la retirada de las compras mensuales de activos. Eso significaría que la Fed estaría en condiciones de subir antes de lo esperado las tasas de interés que ha mantenido durante casi dos años entre 0 y 0.25%. Una medida que frenaría el también el flujo de inversiones y por supuesto, aumentaría la desaceleración económica en la que se encuentra EEUU.