Sacramento, California, agosto 15 (Los Angeles Times).- Los niños están siendo hospitalizados recientemente por COVID-19 a un ritmo récord en Estados Unidos y las cifras han aumentado desde principios de julio, a medida que la variante Delta ha sobrepasado al país. Pero ese auge nacional ha sido impulsado en gran parte por algunos estados, como Florida, Texas y Georgia, mientas que las cifras en California han sido menos aterradoras. Si bien ha habido un repunte en las últimas semanas en California, los índices de nuevas hospitalizaciones por COVID-19 entre niños y adolescentes de 17 años o menos no han alcanzado niveles tan altos como en las partes más afectadas del país. Tampoco esas tasas se han disparado tanto como el invierno pasado. Esa es una gran diferencia con Florida y Texas, donde los índices diarios de hospitalización de jóvenes debido al coronavirus superaron su nivel de invierno. California ahora registra 18 nuevas hospitalizaciones por día entre niños y adolescentes, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés). La cifra es 10 veces peor que hace solo dos meses, pero aún por debajo de los niveles invernales, cuando 29 niños por día eran hospitalizados con COVID-19. El reciente aumento en las hospitalizaciones pediátricas ha sido desalentador para los médicos y preocupante para los padres con niños menores de 12 años, que aún no son elegibles para recibir una vacuna contra el coronavirus, especialmente cuando las escuelas reabren sus puertas. La propagación de la variante Delta también ha planteado dudas sobre si está causando una enfermedad más grave que las cepas anteriores.