San Diego, California, diciembre 13.- El gobierno del presidente Donald Trump anunció otra zona militarizada a la frontera sur, esta vez en California, como parte de un importante cambio de involucrar a las fuerzas armadas en labores fronterizas como nunca antes. El Departamento del Interior señaló que transferirá a la Armada la jurisdicción a lo largo de la mayor parte de la frontera internacional de California con México, con el fin de reforzar “el papel histórico que las tierras públicas han desempeñado en la salvaguarda de la soberanía nacional”. El Departamento del Interior calificó la nueva zona de defensa nacional en California como un área de enorme actividad de inmigrantes que ingresan ilegalmente al país. Sin embargo, el número de arrestos de la Patrulla Fronteriza a lo largo de la frontera sur ha caído este año hasta alcanzar su ritmo más lento desde la década de 1960, en medio de las labores federales para llevar a cabo deportaciones a gran escala. Desde las playas del Pacífico en California hasta las aguas turbias del Golfo de México, miles de soldados estadounidenses desenrollan kilómetros interminables de alambre de púas en lo que el Pentágono describe como “el despliegue de alambre de concertina más grande en la historia territorial de Estados Unidos”. Es una operación que transforma el paisaje fronterizo en algo que los residentes de la región nunca habían visto: una zona militarizada que se extiende por nueve sectores completos de la Patrulla Fronteriza, desde California hasta Texas. Son 43 mil rollos de alambre navaja, conocido también bajo el nombre eufemístico de “serpentina” –capaz de desgarrar carne y ropa con la misma facilidad–, que han llegado a los nueve sectores de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) a lo largo de la frontera con México entre finales de octubre y noviembre de 2025. La Fuerza de Tarea Conjunta-Frontera Sur (JTF-SB), en coordinación con CBP y la Agencia de Logística de Defensa, ejecuta una operación de proporciones bélicas en tiempos nominalmente de paz. “Este esfuerzo monumental es otro paso clave en nuestro compromiso permanente con la seguridad nacional”, declaró el jefe Blaine Bennett, subcomandante de CBP en JTF-SB, con el tono marcial que ahora define el discurso oficial sobre la frontera. Las palabras suenan huecas para quienes recuerdan cuando esta región era simplemente el lugar donde dos culturas se encontraban, no donde dos ejércitos se enfrentan. Una frontera que ya no reconocemos