Alemania obligará al 80% de las gasolineras a tener puntos de carga rápidos para coches eléctricos

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Berlín, Alemania, octubre 24.- El gobierno alemán planea obligar por ley a la inmensa mayoría de gasolineras a instalar puntos de carga rápidos de como mínimo 150 kW de potencia con el objetivo de expandir la red de carga nacional y ayudar a popularizar la movilidad cero emisiones entre los consumidores, impulsando con ello la transición de su industria. Durante el pasado mes de septiembre, las matriculaciones de coches eléctricos en Alemania cayeron un 28,6% debido al final de las ayudas a la compra para empresas. Por este motivo, la cuota de BEV (Battery Electric Vehicles) se ha reducido hasta el 14,1%, cuatro puntos por debajo del acumulado anual, que se sitúa en un 18,1%. Olaf Scholz, canciller alemán, quiere lograr que «el range anxiety finalmente sea cosa del pasado». La nueva legislación afectará al 80% de las estaciones de servicio del país; es decir, a unas 11.000 gasolineras. El gobierno quiere alcanzar el millón de puntos de carga públicos para 2030 (actualmente ronda los 90.000). A día de hoy, el coche eléctrico más vendido de Alemania es el Tesla Model Y, que con 38.608 unidades despachadas entre enero y septiembre se coloca como el quinto automóvil más popular del ranking teniendo en cuenta todos los tipos de tren propulsor (gasolina, diésel, híbridos…). Sólo durante el mes pasado se entregaron 3.921 ejemplares del SUV estadounidense, algo especialmente reseñable si tenemos en cuenta la predilección de los alemanes por las marcas patrias. La industria alemana se enfrenta a un futuro incierto Las autoridades se muestran preocupadas por las dificultades que está experimentando Volkswagen, el mayor fabricante alemán, en el despliegue de su gama eléctrica. Y es que la demanda de sus actuales modelos (ID.3, ID.4, ID.5) no está cumpliendo con las expectativas previas, lo que se ha traducido en una serie de ajustes en plantas como la de Zwickau. «La industria automotriz se enfrenta a la pregunta de si seremos un líder global en el futuro», declaraba en el reciente IAA Mobility de Múnich la ministra de Asuntos Exteriores alemana, Annalena Baerbock. «Para nuestra nación, donde la industria automotriz representa una gran parte de la creación de valor, esto no es sólo una cuestión económica, sino también una cuestión de seguridad». El propio Scholz cree que «la competencia debería estimularnos, pero no asustarnos. En la década de 1980, se decía que los automóviles japoneses invadirían todos los demás mercados. Veinte años después, eran los coches ‘Made in Korea’, y hoy supuestamente los coches eléctricos chinos».