Bruselas, Bélgica, julio 21.- La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, ha anunciado la primera subida en una década de los tipos de interés del BCE. Este tipo de referencia que es la tarifa que los bancos deben abonar al obtener dinero del BCE en préstamo, ha aumentado en medio punto porcentual. Así, el tipo de interés principal pasa de cero, donde estaba desde 2016, al 0,50%, mientras que el tipo que grava una parte de la liquidez bancaria no distribuida como crédito, negativo desde 2014, pasa del -0,50% a cero. El Consejo de Gobierno del BCE se ha reunido este jueves para discutir la forma de frenar la fuerte escalada de la inflación en la zona euro. "La inflación sigue siendo indeseablemente alta y se espera que se mantenga por encima de nuestro objetivo durante algún tiempo. Los últimos datos consideran una ralentización del crecimiento para el segundo semestre del 22 y más allá. Al mismo tiempo, esta desaceleración está siendo amortiguada por una serie de factores de apoyo. El Consejo de Gobierno ha decidido hoy subir los tipos de interés oficiales del BCE y ha aprobado el Instrumento de Protección de la Transmisión", ha anunciado la presidenta de la entidad, Christine Lagarde. Esta nueva herramienta contra la fragmentación en la eurozona se creó para salvaguardar a los distintos países miembros de las posibles perturbaciones derivadas de la actuación del BCE, evitando que las primas de riesgo se disparen. Legarde ha explicado: "mientras seguimos normalizando la política monetaria, el Instrumento de Protección de la Transmisión garantizará que nuestra orientación de la política monetaria se transmita sin problemas a todos los países de la eurozona. La unicidad de nuestra política monetaria es una condición previa para que el BCE pueda cumplir su mandato de estabilidad de precios". El objetivo del BCE es devolver la inflación a una tasa del 2% en el medio plazo, sin que la zona euro entre en recesión. Es un equilibrio delicado, y no se descartan nuevas subidas de tasas en los próximos meses. La inflación subió en junio un 8,6% interanual, un récord para la eurozona y superior a la meta anual de 2% del BCE, impulsado por la interrupción en la cadena de suministros y el creciente coste de la energía tras la invasión rusa a Ucrania.