Bruselas, Bélgica, febrero 14 (El Economista España).- La Unión Europea da los últimos pasos para prohibir los vehículos de combustión en la UE, como los de diésel y gasolina. El pleno del Parlamento Europeo ha respaldado este martes la propuesta para prohibir la fabricación de coches y furgonetas que emitan CO2 a partir de 2035. Con 340 votos a favor, 279 en contra y 21 abstenciones, los eurodiputados han aprobado la propuesta para que todos los vehículos ligeros sean eléctricos o de hidrógeno a partir de esta fecha, una medida con la que se busca avanzar en la meta de conseguir la neutralidad climática en la UE en 2050. La legislación, que aún debe ser aprobada en el próximo Consejo Europeo, establece objetivos intermedios de reducción de emisiones del 55% para automóviles y del 50% en 2030, respecto a los niveles de 2021. Unos objetivos intermedios fijados en base al acuerdo alcanzado en octubre en las negociaciones entre la Comisión Europea, el Consejo (los Estados miembro) y el Parlamento en una negociación conocida como trílogos. La medida, respaldada en la Eurocámara pese al rechazo de la derecha, contempla excepciones hasta finales de 2035 para los fabricantes con una producción reducida, de entre 1.000 y 10.000 automóviles al año y 22.000 unidades en el caso de las furgonetas. También se aplican excepciones para aquellos fabricantes con una producción inferior a 1.000 vehículos nuevos al año. Como parte del acuerdo, a más tardar en 2026 la Comisión Europea deberá estudiar la diferencia entre los valores límite de emisión y los datos reales de consumo de combustible y energía y presentar una metodología que permita ajustar las emisiones concretas de CO2 de los fabricantes y propondrá medidas de seguimiento adecuadas. Además, en 2025 Bruselas presentará una metodología para evaluar los datos de las emisiones de CO2 en el ciclo de vida de los coches y furgonetas comercializados en el mercado comunitario. El reglamento establece, además un mecanismo de incentivos hasta 2030 para vehículos de emisiones cero o de baja emisión que para facilitar la transición a la industria de automóviles que comercialicen más vehículos de este tipo. Se aplicará, concretamente, a los vehículos con emisiones entre cero y 50 gramos de CO2 por kilómetro, como los vehículos eléctricos e híbridos enchufables con buen rendimiento. Así, se establece que, si un fabricante cumple con los puntos de referencia fijados para las ventas de estos vehículos, puede ser compensado con objetivos de emisiones de CO2 menos estrictos. De 2025 a 2029, este índice de referencia de los vehículos de emisión cero o de baja emisión queda fijado en el 25 % para las ventas de automóviles nuevos y en el 17 % para las furgonetas nuevas. La regulación que veta la fabricación de vehículos de combustión entrará en vigor tras su publicación en el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE). La medida se enmarca como parte del paquete Fit for 55 (Objetivo 55) por el que la Unión Europea se ha marcado como objetivo reducir un 55% las emisiones de gases de efecto invernadero hasta 2030, respecto a los niveles de 1990, y alcanzar la neutralidad climática en 2050.