París, Francia, diciembre 20.- Europa encara con los nervios a flor de piel la recta final para las fiestas navideñas. La incertidumbre se mezcla con la indignación de muchos ciudadanos ante las nuevas restricciones para contener la pandemia, que cabalga de nuevo en todo el continente a lomos de la variante ómicron del coronavirus. En Bruselas, miles de personas se manifestaron el domingo, algunas de forma muy violenta, contra el endurecimiento de las medidas para combatir la COVID-19. El Gobierno belga amenaza con despedir a todos los trabajadores sanitarios que no se hayan vacunado en un plazo de tres meses a partir del 1 de enero: - "Nuestro mensaje es el mismo que en pasadas manifestaciones: derogar la obligación de vacunación para el personal sanitario, y también el certificado Covid", explicaba Sarkis Simonjan, portavoz del grupo Bélgica Unida por la Libertad. Hubo manifestaciones similares en varias ciudades europeas. Otras fueron muy distintas. En Viena, unas 30 000 personas recordaron con velas encendidas a los más de 13 400 fallecidos tras contraer la COVID en Austria. Este país, que acaba de levantar un confinamiento a los no vacunados, impondrá la vacunación obligatoria a partir del mes de febrero y normas de viaje más estrictas desde este mismo lunes.