París, Francia, septiembre 20 (Euronews).- Imagínate esto: es el año 2045. Estás en un andén de Berlín esperando una elegante cápsula de Hyperloop que se deslizará hasta la estación sin hacer ruido y te dejará en París una hora más tarde, listo para tu reunión de la mañana. Por la tarde, tomará otra cápsula en dirección sur en un trayecto tranquilo a Barcelona para pasar el fin de semana, el viaje no durará más de 90 minutos. La rapidez y la facilidad ya no le sorprenden porque, en el último cuarto de siglo, casi todos los desplazamientos por Europa se han trasladado del cielo a la tierra. Los vuelos de corta distancia no son más que una reliquia de un pasado cargado de carbono. Esto puede parecer ciencia ficción, pero hay razones reales para creer que un futuro de movilidad así podría ser posible. La crisis climática está centrando las mentes de los responsables políticos europeos en su objetivo declarado de neutralidad de carbono para 2050. Muchos apuestan por el ferrocarril para conseguirlo. ¿Por qué el ferrocarril es la opción preferida para viajar por Europa? "Si queremos conseguir la descarbonización y los objetivos del cambio climático, el ferrocarril es el instrumento para lograrlo", dijo a Euronews Next Carlo Borghini, director de Shift2Rail, el organismo de la UE responsable de impulsar la investigación y la innovación en el sector ferroviario. Los trenes ya tienen unas credenciales ecológicas impresionantes si se tiene en cuenta su alto grado de electrificación en relación con otros medios de transporte. En la actualidad, sólo son responsables de un 0,5% de las emisiones de carbono de la UE. Aun así, si Europa quiere reducir las emisiones relacionadas con el transporte (que representaron el 28% del total de las emisiones de la UE en 2018), hay un largo camino por recorrer para animar a los pasajeros y a las mercancías a salir de los aviones y dirigirse a las estaciones de tren. A pesar de la gran experiencia del continente en el sector y de las avanzadas redes ferroviarias, en la actualidad sólo un 7% de los pasajeros y un 11% de las mercancías viajan en tren. Esto se debe a que el ferrocarril en Europa es poco más que un mosaico de diferentes sistemas nacionales sin apenas una estrategia global a escala europea, según un informe del grupo de reflexión medioambiental Germanwatch. Un espacio ferroviario europeo único Sin embargo, la buena noticia es que, tras la COVID-19, las prioridades están cambiando y existe un verdadero impulso político para cambiar esta situación. Shift2Rail pretende establecer un Espacio Ferroviario Europeo Único (SERA). Es una idea diseñada para permitir una movilidad transfronteriza sin fisuras en el continente y simplificar la red para los operadores ferroviarios. "Tenemos que garantizar que tenemos en Europa una única red europea, lo que significa que nuestro objetivo al final es transportar mercancías de un lado a otro del continente", dijo Borghini. "Al mismo tiempo, tenemos que garantizar lo mismo para el pasajero, para asegurar que cualquier operador de trenes, cualquier empresa ferroviaria pueda operar trenes en cada parte de Europa sin necesidad de hacer cambios en las locomotoras, en los vagones, en la energía y en el sistema de señalización". Además de SERA, Shift2rail cuenta con unos 1.000 millones de euros de financiación para ayudar a impulsar la innovación hacia tres objetivos concretos: reducir el coste del ciclo de vida del sistema ferroviario, duplicar la capacidad existente y reducir los retrasos en la red. Pero en la siguiente fase, explica Borghini a Euronews, serán los Estados miembros los que decidan qué soluciones tecnológicas quieren financiar. "El siguiente paso es llevar la innovación de la investigación ferroviaria al mercado: invertir en soluciones tecnológicas que deben ser a la vez desplegadas, migradas... transformando el sistema concreto", dice Borghini. Trenes MagLev e Hyperloop Si hay algo que podría atraer a los pasajeros a los trenes, es probablemente la tentadora posibilidad de reducir drásticamente los tiempos de viaje entre las principales ciudades europeas con cero emisiones. Empresas como Nevomo, en Polonia, y Zeleros, en España, están trabajando para hacer esto realidad desarrollando un sistema ferroviario de alta tecnología de levitación magnética y un sistema escalable de Hyperloop, respectivamente.