En medio de la ola más agresiva de la pandemia por COVID desde que estalló en marzo del 2020, los gobiernos federal y estatal anunciaron que el semáforo epidemiológico del Estado pasará de naranja a verde a partir del próximo día 22. Sin importar que el Estado tenga el promedio de muertes diarias por COVID más alto en el último año con 24, y con los contagios que en menos de dos meses sumaron más que todo el 2020 y que representan el 63% de todos los del 2021 con 35 mil 745, se continúa privilegiando la político por encima del bienestar ciudadano, enviando a estudiantes y maestros al matadero con las clases presenciales.

De acuerdo con datos de la Secretaría de Salud federal, al comparar los primeros 18 días de febrero del 2022 (7,234) contra el mismo lapso del 2021 (1,885), al aumento en los contagios es del 284 por ciento, esto sin contar los cientos de bajacalifornianos que están siendo atendidos en el sector privado, así como los fallecidos que no incluyen en la estadística oficial.

Así las cosas, lejos de decir Marina del Pilar que va con el corazón por delante debía ser con la muerte por delante.