Tijuana, Baja California, julio 22.- José Luis Pérez Canchola, activista defensor de derechos humanos, advirtió sobre la urgente necesidad de realizar un censo nacional de ‘huérfanos de la violencia’, que refleje la realidad de los menores desprotegidos después de ser víctimas de diversos delitos. Señaló que es preocupante situación en Tijuana, que ostenta el lamentable primer lugar en casos de corrupción de menores a nivel nacional: “Desde hace cinco años, Tijuana lidera las estadísticas en delitos de corrupción de menores, incluyendo casos relacionados con drogas, explotación sexual y producción de videos ilícitos”. Agregó que la problemática se ve exacerbada por el turismo sexual que prolifera en la ciudad, donde la falta de control ha permitido un aumento alarmante de esta situación. Canchola señaló los diferentes factores que afectan a estos niños de hogares con violencia intrafamiliar que les infunde sentimientos de odio, coraje y deseos de venganza. Estos menores necesitan atención psicológica urgente para prevenir que se conviertan en futuras víctimas o perpetradores de violencia. Canchola dijo la actual generación está marcada por la tragedia y el trauma, tiende a buscar refugio en pandillas, que se convierten en su única fuente de fortaleza psicológica y emocional. A esto se suma la trata de personas, situación en la que jóvenes mujeres, engañadas y traídas desde otros estados con la promesa de trabajar en maquiladoras, terminan siendo explotadas en la zona norte de Tijuana.

Asimismo refirió la estadística al respecto: Cada año, se registran 10,000 embarazos prematuros en Baja California, de los cuales 5,500 ocurren en Tijuana, afectando a niñas y adolescentes entre los 12 y 18 años. Este fenómeno, en una ciudad que carece de políticas efectivas de atención, genera un aumento de la violencia intrafamiliar. En este sentido el organismo TResearch presentó un reporte estadístico validando la problemática de Baja California, que encabeza el problema en el país y superando con mucho a la Ciudad de México que ocupa el segundo sitio. Pérez Canchola concluyó haciendo un llamado a la sociedad para que intervenga de manera activa y efectiva, más allá de las instituciones públicas, en la solución de estos graves problemas que afectan a la comunidad.