En la narrativa oficial, la tasa de homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes a nivel nacional continuará utilizándose como la principal métrica para medir el éxito de la estrategia de seguridad pública. Sin embargo, dicho dato no informa sobre la situación que atraviesa cada una de las entidades y, por lo tanto, invisibiliza las dinámicas locales de la violencia, sus causas e impactos. Para contribuir a realizar diagnósticos precisos, presentaremos mensualmente un balance integral sobre el comportamiento del homicidio doloso a nivel estatal. Esta información es clave para detectar de forma clara y sencilla procesos de violencia o pacificación a nivel local, que propicien el desarrollo de estudios diagnósticos a profundidad para comprender las claves de las crisis o de los casos de éxito, y formular recomendaciones de política pública con base en evidencia. Para ello, categorizamos en cuatro niveles el balance del homicidio doloso en las entidades federativas, considerando la magnitud actual del problema (tasa por cada 100 mil habitantes y primer factor de ponderación) y su comportamiento a través del tiempo (cambio porcentual en comparación del año anterior): Bajo: entidades con una tasa inferior al promedio nacional con tendencia a la baja. Alto: entidades con una tasa superior al promedio nacional con tendencia a la baja Medio: entidades con una tasa inferior al promedio nacional con tendencia al alza. Muy alto: entidades con una tasa superior al promedio nacional con tendencia al alza Aproximación regional - 11 entidades superan el promedio nacional de la tasa de homicidio doloso por cada 100 mil habitantes (19). Colima, Morelos y Baja California son las tres entidades más violentas. Yucatán, Coahuila y Durango las más pacíficas. - En 18 entidades incrementó la violencia homicida en comparación del último año. Tabasco, Baja California Sur y Chiapas registran los incrementos más alarmantes. Zacatecas, Durango y Coahuila, las reducciones más destacadas. - Las entidades con las tasas e incrementos más altos se destacan por albergar conflictos entre grupos criminales. Las más pacíficas por impulsar procesos de seguridad por la vía civil (excepto Zacatecas, por lo que vale la pena estudiar a profundidad cómo se está pacificando dicho estado).