Contrario a las declaraciones que han hecho los encargados de Salud en Baja California, el Estado continuó con su incontrolable crecimiento y cerró noviembre con la mayor cifra de muertes en diez meses con 618, es decir en promedio murieron 21 bajacalifornianos cada día.

En el caso de los contagios el mes que concluyó registró la cifra más alta desde que estalló la pandemia con 11 mil 178, mientras que la tasa de casos activos continuó siendo la más alta, todos estos datos de acuerdo con la Secretaría de Salud federal.

“Hemos logrado descender en los más de diez parámetros que dictan la tendencia epidemiológica”, dijo Adrián Medina Amarillas, en una declaración que es una ofensa para los bajacalifornianos que perdieron a sus seres queridos en medio de la mayor ola de contagios desde que se presentó el COVID y también en un contexto en el que los encargados de estar atentos al problema prácticamente se han estado lavando las manos. Con estos indicadores Baja California debía tener su semáforo en rojo, más por la llegada de diciembre y la presencia de una nueva variante, que es cinco veces más poderosas.