En medio de un descontrol total, los contagios por COVID-19 se dispararon 273 por ciento en Baja California durante los primeros 18 días de enero, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Salud federal. Sin acciones contundentes para controlar el avance de Ómicron, el gobierno del Estado continúa lanzando mejoralitos y parcializando la información, al tiempo de que muchos bajacalifornianos continúan sin colaborar en las medidas de protección, lo cual ya está teniendo costos económicos pues muchos negocios de las MiPymes han tenido que cerrar, mientras que los grandes se ven afectados por el ausentismo debido a los contagios. Por otro lado, a pesar de que se ha vendido el argumento de que Ómicron es menor letal, la realidad de las cifras muestra que no es así, pues con 303 muertos del conteo preliminar, en el Estado están muriendo 17 bajacalifornianos por día. Veremos hasta cuándo la realidad hace reaccionar a Marina y sus ayudantes, que al menos por ahora frenaron el regreso a clases presenciales, lo cual anticipaba una masacre. En este sentido médicos especialistas confirmaron que esta ola se extendería hasta marzo, siempre y cuando haya nuevas acciones, si no, iría hasta fines del segundo trimestre, por lo que se mantiene la recomendación de continuar el ciclo escolar con las clases en línea.