Enero apunta para ser el mes más mortal por COVID-19 en Baja California, luego de que en apenas 16 días y con 741 muertes, se colocó por ahora, como el tercer mes con mayor letalidad desde que estalló la pandemia, con un aumento del 40% con respecto al mismo lapso de diciembre, quitando la vida a 47 bajacalifornianos por día. Tal como se anticipó, el número de muertos se aceleró tras las celebraciones de fin de año, y de paso, con 3 mil 837 contagios, elevó la cifra de casos positivos hasta 38 mil 414, mientras que el total de bajacalifornianos muertos rebasó ya los seis mil (6,269), pero las estimaciones apuntan a que al concluir enero el total llegue a los 40 mil contagios, con alrededor de siete mil muertos, tal como lo pronosticó la Universidad de Washington si no se tomaban medidas para frenar los contagios. El semáforo continúa en rojo, aunque inexplicablemente el encargado de Salud en el Estado, Alonso Pérez, dijo que la federación lo había cambiado a naranja lo cual es inexacto. Finalmente en una reunión del Centro de Estudios Económicos con médicos especialistas en estadística, se estimó que las muertes y en general los contagios, estarían alcanzando el 30 por ciento de subcoteo debido a que hay muchos pacientes atendidos con médicos privados que están enfrentando la enfermedad en sus hogares, donde hay quienes mueren y no se lleva la cuenta exacta. Así mismo, se recordó que el 9 por ciento de la población en el Estado tiene la doble ciudadanía (México-americanos) y se han estado atendiendo en Estados Unidos, donde también se han registrado defunciones que son incluidas en la estadística norteamericana. En éste último grupo también hay emigrados que a pesar de tener la residencia en Estados Unidos, viven en Baja California, pero ahora se están atendiendo en aquel país. Se recordó que en California la mayor cantidad de muertes es de ciudadanos de origen hispano, de acuerdo con cifras oficiales de aquel país.