Tijuana, Baja California, junio 3.- En México, la percepción ciudadana sobre el manejo de residuos peligrosos señala un área crítica que demanda atención urgente por parte del Estado, el sector empresarial y la sociedad en su conjunto, señaló José Carmelo Zavala, director del Centro de Innovación y Gestión Ambiental México A.C. (CIGAMX), quien ha subrayado en diversas ocasiones la creciente preocupación social ante la falta de efectividad en la disposición correcta de estos residuos. "Según los sondeos que hemos realizado en el CIGAMX, Lo primero que diríamos es que los ciudadanos consideran que es una prioridad una política pública más extensa, más intensa sobre lo que significa el manejo y la generación de residuos peligrosos en México", afirmó Zavala en un comunicado. Esta percepción, explicó está alimentada por una sensación generalizada de que las regulaciones actuales no están siendo implementadas de manera efectiva. "Nos falta más para que las regulaciones sean efectivas... es un área de oportunidad en la implementación", expresó, al tiempo que destacó la importancia del cumplimiento normativo frente a los compromisos internacionales, especialmente los contemplados en el Tratado México–Estados Unidos–Canadá (T-MEC). "Estamos empeñados en construir opinión pública informada, documentada; construir ciudadanía ambiental, decimos en este caso", reiteró Zavala, subrayando el valor de este espacio semanal que ha logrado consolidar una audiencia creciente en todo el territorio nacional. Uno de los hallazgos más relevantes que el CIGAMX ha identificado a través de sus interacciones con personas de gobierno, iniciativa privada y academia, es la percepción de desinformación respecto a las obligaciones empresariales en torno al manejo adecuado de los residuos peligrosos. "Nos falta información. No hay un conocimiento suficiente de las obligaciones de las empresas... y que estos residuos impactan en mayor manera al entorno, al ecosistema, no a la salud", explicó. En este punto Zavala consideró necesario fortalecer la conciencia sobre los impactos en la salud pública derivados del manejo inadecuado de estos residuos, especialmente los generados en pequeñas cantidades por particulares o microempresas, conocidos como "microgeneradores". A diferencia de los grandes generadores industriales —como las industrias minera, petroquímica, papelera y cañera—, estos microgeneradores son más difíciles de monitorear y controlar, pero también representan un riesgo acumulativo significativo para el ambiente y la salud. En un país donde los desafíos ambientales son cada vez más urgentes, el fortalecimiento de la conciencia ciudadana sobre los residuos peligrosos es un paso esencial hacia un desarrollo verdaderamente sustentable, concluyó.