Ciudad de México, febrero 10.- Aunque todavía algunos se preguntan qué es un cobot, cada vez más empresas apuestan por esta forma de automatizar procesos. Entre sus beneficios destacan la alta precisión, la mejora de la calidad y el aumento de la productividad. Los cobots pueden realizar prácticamente cualquier tarea manual, con la adecuada aplicación de robótica colaborativa y sus accesorios correspondientes. Generalmente se dedican a realizar los trabajos más repetitivos y manuales, pero también pueden encargarse de trabajos que suponen un riesgo para los operarios, como el manejo de piezas cortantes o trabajos en temperaturas hostiles. A diferencia de los robots industriales tradicionales, los cobots están diseñados para trabajar con personas (pueden incluso interactuar con ellas) y pueden programarse previamente o en tiempo real de una forma muy sencilla, sin necesidad de una alta cualificación o formación previa. Gracias a una interfaz muy intuitiva, tras la integración del robot colaborativo cualquier operario puede enseñarle los pasos a seguir en solo unos minutos. Además, tienen un diseño ligero y compacto, con varios ejes articulados y una gran flexibilidad, que permite su fácil integración en talleres, almacenes y laboratorios, incluso en espacios reducidos.